El máximo responsable de la división Xbox de Microsoft, Phil Spencer, ha anunciado que deja de fabricar la Xbox 360, algo que supone un cambio importante en la estrategia de una empresa que desde este momento se centrará en la producción de la Xbox One… y quizás de algún modelo mejorado para competir con la casi segura PS4 Neo.
Esta decisión se produce 10 años después de que se comenzara a vender la Xbox 360, una consola que como indica Spencer “ayudó a redefinir una generación entera en el mundo de los videojuegos en Microsoft”. La consola seguirá vendiéndose en tiendas mientras haya stock, pero no se repondrá ese inventario a partir de ahora.
La Xbox One se convierte en la gran protagonista para Microsoft
Este directivo explicaba que “la realidad de fabricar un producto que ya tiene 10 años de edad están empezando a hacerse patentes para nosotros. Por eso es por lo que hemos tomado la decisión de dejar de fabricar nuevas consolas Xbox 360“.