El presidente de Brasil, Michel Temer, admitió en el programa de entrevistas Poder en Foco de la cadena SBT, transmitido en la madrugada de este lunes, que puede desistir de su idea de participar en los comicios presidenciales de octubre próximo para la reelección y apoyar a algún candidato de centro.
“Si es necesario, abro mano con la mayor tranquilidad. No tendría dificultad, no”, aseguró el mandatario brasileño que no supera el 6 % de la popularidad en el país.
Sin embargo, Temer señaló que, para eso, es necesario contar con un solo candidato que represente al centro.
“Si queremos el centro, no podemos tener siete u ocho candidatos. La clase política necesita movilizarse para escoger un nombre de centro”, dijo el presidente que fue el invitado especial durante la primera emisión de este nuevo programa periodístico.
Temer, cuya popularidad no supera el 6 %, señaló a Geraldo Alckmin del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), Flávio Rocha del Partido Republicano Brasileño (PRB), Afif Domingos del Partido Social Democrático (PSD) y Paulo Rabelho de Castro del Partido Social Cristiano (PSC), como posibles candidatos para representar al centro.
El nombre del actual presidente de la Cámara de Diputados Rodrigo Maia, del Partido Demócratas (DEM), quien lanzó su precandidatura a la presidencia a comienzos de marzo, también fue incluido por Temer pero solo cuando uno de los entrevistadores se lo recordó.
La posibilidad de que el exmagistrado de la Corte Suprema de Brasil Joaquim Barbosa, sea presidente, también fue tema de la entrevista.
Barbosa, negro, de origen humilde y quien tuvo una fuerte popularidad por parte de los brasileños cuando actuó como instructor de un juicio sobre un escándalo de sobornos parlamentarios ocurrido en el Gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, hoy en prisión, a mediados de abril dejó entrever la posibilidad de postularse a la presidencia, cuando se afilió al Partido Socialista Brasileño (PSB).
En ese momento, Barbosa fue aclamado por muchos militantes como “candidato presidencial”, postulación para la que él mismo pidió “más tiempo” para una posible decisión.
“Él es un sujeto moderado y sensato” dijo Temer, quien aseguró que no cree que el exmagistrado tenga éxito en la carrera presidencial sólo “por ser negro o porque fue pobre”.
“Si me permite, no estoy de acuerdo con el hecho de que sea presidente porque es negro. Ni que sea presidente porque fue pobre. Pobre, yo también fui pobre. Lula fue pobre. Esta no es la razón que va a hacer que algún fulano sea o no sea presidente”, afirmó Temer.
Temer, quien también avaló positivamente su Gobierno y defendió la continuidad de su labor, como la reforma pensional o la capitalización de Eletrobras, se mostró disgustado con los ataques de los que ha sido objeto desde que dejó entrever su posibilidad de lanzarse para la reelección.
Específicamente, Temer se molestó por los cuestionamientos de los periodistas relacionados con unas acusaciones en las que, al parecer, se habrían utilizado dineros ilícitos en unas reformas de la casa de su hija, Maristela Temer.
La policía investiga si las obras realizadas en la casa de Maristela fueron pagadas ilegalmente, después de que proveedores admitieron haber recibido dinero en especie de las manos de la mujer del coronel militar João Batista Lima Filho, apuntado en delaciones premiadas como el supuesto intermediario de sobornos para Temer.
Lima Filho fue apuntado en la delación premiada de la cárnica brasileña JBS como el intermediario de un soborno de 1 millón de reales (unos 282.000 dólares) para el Temer, hecho por el que fue encarcelado en marzo, junto con otros allegados de Temer.
Sin embargo, el coronel nunca llegó a declarar ante las autoridades y fue liberado a los 3 días por problemas de salud, según afirmaron sus abogados.
“Fue una reforma regularmente pagada, regularmente aclarada”. Yo no tengo los datos del testimonio que ella prestó, pero supe que fue todo por las mejores”, afirmó Temer.
Maristela fue escuchada el pasado jueves por la Policía Federal sobre las obras de reforma de su casa, supuestamente pagadas con sobornos recibidos por un posible intermediario de Temer.