Seis cadáveres fueron hallados este miércoles colgando de tres puentes en Baja California Sur, un hecho inédito en este turístico estado del noroeste de México, donde la violencia del crimen organizado ha ganado terreno.
Los cuerpos aparecieron en la madrugada en vías que conducen a tres aeropuertos internacionales en La Paz, San José del Cabo y Cabo San Lucas, una zona muy frecuentada por turistas estadounidenses, canadienses y europeos.
Las autoridades iniciaron “la carpeta correspondiente para realizar los peritajes necesarios”, indicó la fiscalía local en un comunicado.
“En cada puente había dos personas colgadas”, detalló uno de los agentes de Seguridad Pública que se encarga de los teléfonos de emergencia en la zona, quien pidió el anonimato por no estar autorizado a dar declaraciones a la prensa.
La policía necesitó de la ayuda de los bomberos para lograr bajar los cuerpos de los puentes. Al menos en uno de los lugares fue dejado un mensaje amenazante aparentemente firmado por cárteles de narcotraficantes.
Hasta el momento, las víctimas no han sido identificadas.
Baja California Sur, que cuenta con distintos balnearios, vive desde hace meses una creciente ola de violencia ligada al crimen organizado.
Según cifras oficiales, este estado suma 409 asesinatos entre enero y octubre, más del doble que en todo 2016. La cifra se encamina a ser la más alta para un año desde que existe un registro al respecto, hace dos décadas.
Expertos estiman que organizaciones criminales como el poderoso cártel de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación se disputan las rutas de narcotráfico a Estados Unidos pero también las plazas de venta de droga para los turistas.
Paralelamente, en los primeros meses de este año, Cancún y otros destinos de la turística “Riviera Maya”, en el sureste del país, fueron sacudidos por la violencia criminal, inusual en la zona, con ataques armados que cobraron la vida de turistas extranjeros y nacionales.
Más de 196.000 personas han sido asesinadas en México desde finales de 2006, cuando el gobierno lanzó una polémica ofensiva militar antidrogas, aunque la información oficial no aclara cuántas víctimas están relacionadas con bandas criminales.
