Y un día estalló Messi. A lo Maradona. El líder silencioso, siempre lejano a la polémica, decidió terminar de detonar la pobre imagen de los dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino. Molesto por distintos problemas en la logística de Argentina a lo largo de toda la Copa América, justo a 72 horas de la final escribió en su cuenta de Instagram: “Una vez más esperando en un avión para intentar salir a destino. Qué desastre son los de la AFA, por Dios!”.
Y puso una foto con el Kun Agüero. Su cara de enojado no pareció una pose ni sólo por la demora por factores climáticos… Messi se quejó en su rol de capitán de Argentina. Fue algo que lo hartó y que pensó antes de publicarlo ante sus más de 46 millones de seguidores de @leomessi en la red social. Porque si él hubiera cogido el teléfono y escrito, podría haberse tratado de un rapto de emoción violenta. Pero sus redes sociales son manejadas por otra gente… Se debe a más problemas que el retraso, o el vuelo de regreso para el lunes por la noche en vez del domingo post final.
Mientras la Selección empezó a jugarse la Copa América, hubo directivos que fueron y vinieron del país por disputas políticas. Por manejar mal el dinero, no se llevaron Juveniles para trabajar como sparrings sino que hubo estudiantes de facultades y hasta mujeres en los entrenamientos. Demasiado para alguien acostumbrado a un gigante de Europa como el Barcelona.
Escribir lo que escribió fue, además, salir a respaldar a sus compañeros. Los otros que asomaron de algún modo la cabeza, pero más tarde, fueron los dirigentes de AFA: publicaron un comunicado en el que decían que la demora se debió a cuestiones climáticas. No se dieron cuenta de que se hablaba de más episodios. Y que una de las claves para ser campeón es tener contento a Messi. Más cuando tiene razón como en estos casos