La nueva primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, eligió ayer un vestido clásico azul cielo de Ralph Lauren que le ha valido comparaciones con la esposa presidencial más estilosa, Jacqueline Kennedy, mientras que la hija del presidente, Ivanka, arriesgó con uno asimétrico.
Las dos mujeres, esbeltas y atractivas, acostumbran a lucir impecables en todas las ocasiones, por lo que había mucha expectación por conocer qué modelos escogerían para su primera aparición como familia presidencial.
La exmodelo eslovena, de 46 años, convenció con un favorecedor vestido de cachemir y corte recto conjuntado con un elegante bolero estructurado y guantes largos de ante del mismo color.
Los dos complementos, así como la apuesta por el azul cielo, evocaron a la estilosa Kennedy, ya fallecida, sobre todo los guantes largos, complemento icónico del “Jackie look”.
Su peinado, un elegante moño bajo, también ha recibido muchos elogios.
Los comentaristas de estilo de los programas de televisión han alabado la elección de un modisto estadounidense, sobre todo teniendo en cuenta que el mensaje de investidura de su esposo, el presidente Donald Trump, ha sido “Estados Unidos primero” junto a la regla: “comprar en Estados Unidos, contratar estadounidenses”.
Que el diseñador escogido haya sido el neoyorquino Ralph Lauren no ha sorprendido a nadie, porque también la vistió en otra cita clave: la noche en que Trump ganó las elecciones de noviembre pasado, contra todo pronóstico, a Hillary Clinton.
Ralph Lauren fue uno de los primeros diseñadores estadounidenses en desmarcarse de los modistos que han dicho que se niegan a vestir a la esposa del controvertido magnate.
El elegante y original mono blanco de seda del diseñador que Melania Trump lució el pasado 8 de noviembre fue también muy aplaudido.
La exmodelo tendrá una competidora en estilo muy cerca: la hija mayor de Donald Trump, Ivanka, la que además muchos pronostican que será una “primera dama en la sombra” por la cercanía que tiene con su padre y lo mucho que él confía en su consejo.
La joven, de 35 años, se desmarcó hoy del modelo clásico de Melania y apostó por dejar suelta su larga melena rubia y vestir un dos piezas blanco de chaqueta asimétrica sobre pantalones estrechos del fallecido diseñador dominicano Óscar de la Renta.
Ayer, para la ceremonia en el Cementerio de Arlington y el concierto inaugural, fue Ivanka la que más dio que hablar con un alabado y vistoso dos piezas verde -vestido y abrigo- con el que destacó entre todos los Trump, vestidos de riguroso negro.
Melania Trump, para esa ocasión, optó por un “look negro total” y gafas de sol.
La ya ex primera dama Michelle Obama, que ha sido todo un icono de estilo durante sus ocho años en la Casa Blanca, eligió hoy para su despedida un vestido estampado rojo y negro con cinturón y zapatos negros, del que no ha trascendido el nombre del diseñador.
Y Hillary Clinton, que se quedó a las puertas de ser hoy la investida como presidenta, optó por su ya célebre traje-pantalón, esta vez de color marfil y del diseñador Ralph Lauren.
Entre los hombres, Donald Trump destacó con su inseparable corbata roja brillante, de entre los tonos azules por los que optaron su vicepresidente, Mike Pence, el expresidente Barack Obama, y el exvicepresidente Joseph Biden.
