A lo largo de su carrera artística la cantante británica Mel B e integrante de la icónica banda de los 90 Spice Girls tuvo que luchar contra sus propios demonios. Así lo hizo saber en su autobiografía Brutally Honest, cuyo libro relata que intentó quitarse la vida tragando 200 aspirinas.
En Brutally Honest, que sale a la venta el proximo 27 de noviembre la cantante narra el calvario que vivió junto a su exmarido y manager Stephen Belafonte.
La estrella de 43 años relató en el libro citado por el periódico The Sun lo siguiente: “Me sentía fea y detestada por el mismo hombre que una vez prometió amarme y protegerme, mi esposo y manager Stephen [Bellafonte]. Un hombre que después de 10 años de matrimonio tenía vídeos sexuales que podrían, y los dos sabíamos muy bien, destruir mi carrera y mi familia”. Y añade: “Mi vida era un desastre y quería salir”. Luego abrió un bote de aspirinas en su baño y comenzó a tragar las píldoras. “A medida que cada pastilla entraba en mi boca, me preguntaba: ‘¿Estás segura?’ Y tomaba otra. 10, 20, 50, 100. ‘¿Estás segura?’ 120, 150. ¿Estás segura?”.
Mientras tragaba píldora tras píldora, en el libro dice que comenzó a escribir “notas frenéticas e inconexas” a su hija mayor, Phoenix, pero luego se detuvo justo cuando estaba a punto de tomar la píldora número 200. “Sabía que no quería ir a ningún lado”, dijo. “El suicidio no era la respuesta. Tuve que llegar a un hospital. Tenía que sacarme esas pastillas del estómago antes de que sucediera algo “. Sin embargo, la puerta del baño se había atascado y, mientras luchaba por abrir la puerta, tenía heridas en el rostro y en el hombro que eran visibles para los espectadores. “Esas heridas en mi cara y hombro las vio todo mundo en la final de The X Factor, tres días después”.
“Todavía puedo recordar el miedo, el pánico y la confusión absoluta en mi cabeza”, agrega. “Entonces todo comenzó a volverse negro y caí de rodillas. Podía sentir que la vida en mí comenzaba a agotarse “. Mel B recuerda que se despertó en un hospital, rodeada por personal médico y su hija Phoenix, quien le preguntó por qué lo hizo. “Fue el momento más triste de mi vida”, se lamenta. “Mirar a mi hija, angustiada, devastada, enojada, fue el momento en que supe que la lucha tenía que comenzar”.