Los programas de enseñanzas con metodología arcaica que mantienen algunas universidades; las debilidades y lagunas con que se están formando médicos en el país y la saturación del sistema con profesionales de la medicina que no necesita el mercado, son riesgos que alertan reconocidos especialistas dominicanos con gran trayectoria en el ejercicio de la medicina.
Los doctores José Joaquín Puello, Julio Amado Castaños Guzmán, César Mella, y Jesús Feris Iglesias ven con preocupación que el país está formando médicos con una visión divorciada de la realidad laboral y las necesidades del sistema sanitario, así como con serias debilidades de formación, debido a que la mayoría de las escuelas de medicinas no han dado el salto a los nuevos esquemas de formación.
Entienden imperativo que la formación del médico dominicano parta de un perfil que debe ser elaborado en conjunto entre los Ministerios de Salud y Educación Superior, y abordar en conjunto el tema de la calidad del egresado. Además reunir a decanos de medicina en un gran coloquio y que aquellas escuelas que no cumplan con la formación que exigen los tiempos modernos, desaparezcan.
Saturado
Dicen que el sistema se encuentra saturado de médicos, que no encuentran dónde ubicarse, porque se están formando sin ningún control, mientras las aulas de las escuelas de medicina continúan repletas de estudiantes, estimándose que en 10 años habrá 15 mil nuevos médicos y para el 2024, unos 24 mil en el país.
La preocupación de los maestros de la medicina dominicana ocurre en momentos en que el Colegio Médico Dominicano (CMD) revelara recientemente, durante su participación en el Desayuno de Listín Diario, que el 25% de los médicos dominicanos están desempleados, muchos de ellos dedicados a trabajos informales, entre ellos manejando taxis.
“Hay universidades que desaparecieron y no lo saben”
El doctor Castaños Guzmán, rector de la Universidad Iberoamericana (Unibe), recuerda que la formación de todo recurso humano debe ir acorde a la realidad laboral de un país y que en materia de salud en el país eso ha estado totalmente divorciado de las necesidades.
El médico, recuerda, requiere competencias que no necesita otro profesional en cualquier otra área, por lo que su certificación no debe ser pasar solamente un examen, y que las debilidades de formación se reflejan cuando se someten a evaluación, pese a que en el país sólo se mide la parte cognitiva.
Dijo que los programas de residencias necesitan ser sometidos a una evaluación profunda, ya que en el país se están formando especialistas en gastroenterología en centros donde no hay un tubo; hematólogos donde no se hacen trasplantes de médula; cirujanos donde no existen las herramientas modernas para ello, entre otros.
Entiende que la calidad del egresado de medicina debe ser abordada y que debe haber una estrategia de formación, pero para ello deben sentarse a discutir los formadores de recursos humanos y el sector empleador, porque actualmente se está frustrando a la juventud con falsas expectativas.
En torno a las universidades, dijo que están dando pasos en su fortalecimiento, pero que esos esfuerzos no han sido suficientes, ya que hay universidades que no llenan las expectativas, porque están alejadas de los nuevos modelos de pensamientos.
“Hay universidades que des aparecieron y no lo saben, porque están formando con modelos pedagógicos arcaicos”, aseguró Castaños Guzmán, al señalar que se estima que en los próximos diez años las universidades cambiarán más de lo que ha ocurrido en los últimos 50 años, porque el cerebro humano cambió.
Lamentó que en el país la educación superior no ha logrado dar ese salto, lo cual es preocupante, porque la oferta educativa es muy desfasada.
Pensando en el lucro
El doctor Jesús Feris Iglesias entiende que los ministerios de Educación Superior y Salud Pública deben ponerse de acuerdo con las universidades, en materia de formación del recurso humano en salud, porque resulta que actualmente la mayoría de esos centros de formación lo que están es pensando en el lucro, recibiendo a todo el que dice que quiere estudiar medicina sin rigor.
Entiende que las universidades deben aplicar índice académico en nivel alto para entrar a estudiar esa carrera y puso como ejemplo que en Cuba se exige un índice de 90 para ser admitido.
“Aquí entran sin índice académico y tampoco se exige índice al salir, por lo que muchos médicos salen “analfabetos”, no pasan el examen nacional de competencias y hay que buscarle un bajadero.
Cree que se debe regular a las universidades, y que ninguna universidad ha sido responsable de una sala de un hospital. Entiende que los hospitales deberían cobrarle a las universidades por la formación del médico, pero que el crédito se le paga a la universidad y el hospital no recibe nada.