Nueva York (EFE).- Por primera vez en casi un año, los dominicanos Laurilin Celadilla Marte y Marino Camacho celebran que sus hijas podrán llevar una vida independiente, tras una exitosa cirugía de 21 horas en Nueva York que separó a sus siamesas.
Ballenie y Bellanie, de once meses, nacieron unidas por el sacro, un hueso triangular compuesto por cinco vértebras soldadas entre sí en la parte baja de la columna vertebral, y antes de ser separadas pasaron por varias cirugías de reconstrucción y otros procedimientos que les preparó para esta intervención, hace una semana.
Las gemelas tenían conexiones gastrointestinales y compartían una rama de la arteria hipogástrica, la principal en suplir sangre a la región pélvica, caderas, muslos y órganos reproductivos.
Cincuenta profesionales participaron en la cirugía en el Maria Fareri Children’s Hospital en el condado de Westchester, que comenzó el 17 de enero y concluyó al día siguiente, bajo la dirección del cirujano pediátrico Samir Pandya y la doctora Whitney McBride.
Varios cirujanos trabajaron en la separación de los diversos órganos que compartían.
“Esta es una experiencia que nos da a demostrar que Dios es bueno y que en el mundo todavía queda mucha gente buena”, dijo Camacho a la prensa durante la presentación de sus hijas, señalan medios locales.
“Verlas así es como un sueño. Teníamos que entender que no era una situación normal”, dijo por su parte Celadilla, que con Camacho son padres de otra niña, y que llegaron a Nueva York procedentes de Moca, en la República Dominicana.
Las niñas, que por primera vez pueden dormir en camas separadas y que celebran su primer año de vida el próximo 4 de febrero, deben permanecer en el hospital porque aún enfrentan el reto de que cada órgano pueda funcionar de manera independiente, de acuerdo con los médicos.
“Ballenie y Bellanie son tan fuertes como tan hermosas y este dinámico dúo lo está haciendo muy bien después de una larga y compleja cirugía”, aseguró Pandya, en un comunicado del hospital.