SANTIAGO.-En un sencillo encuentro, la familia Cruz Medina de la comunidad de Palmar Grande, del municipio de Altamira, festejó los 105 años de edad, de su matriarca Martina Medina.
El ambiente durante el encuentro familiar, en su residencia con motivo de un día tan especial, estuvo matizado por cánticos, alabanzas y anécdotas ante la presencia de hijos, nietos, bisnietos y tataranietos y vecinos.
Al dirigirse a los presentes para agradecer la distinción, la dama dijo mantener la esperanza de que antes de morir cuatro de sus hijos acepten al Señor, como ella y otros de sus vástagos hace años que lo hicieron.
Nació el día 8 de abril del año 1910, pero sus parientes decidieron esperar el domingo 31 de mayo, Día de las Madres para hacer una celebración doble.
Hija de Gregorio Medina y Crucita Bonilla, oriundo y residente en Palmar Grande del municipio de Altamira, provincia de Puerto Plata, es la única hembra de tres hermanos que sobreviven de dicho matrimonio
A los 20 años casó con Agripino Cruz, quien hace 34 años falleció, con quien procreó 12 hijos, Antolín (fallecido), Luisa, Gregoria, Petronila (fallecida), Juan (fallecido), Micaela (fallecida), Ana, Rogelio, Luís Antonio, Carlos David (fallecido, Manuel y Sarah, respectivamente.
Martina al cumplir sus 105 años, goza de buen estado de salud, mental y cognitiva y dice sentirse regocijada con una familia tan extensa de lo que cada día da gracias a Dios, por los años que le ha regalado, para predicar su palabra.
Sus hijos y todos aquellos que la conocen la definen como una mujer bondadosa, alegre, respetuosa, concejera y conciliadora, por lo que todos le aprecian y la estiman.
Una muestra de ese aprecio es que a pesar de que la celebración tuvo lugar el día de las Madres, sus vecinas hicieron un aparte de sus hijos, para estar presente con ella en tan importante ocasión, de acuerdo a los testimonios de varias de ellas.
A pesar de que no puede salir a predicar la palabra de Dios, aprovecha las visitas que les hacen en su hogar, para darle el mensaje del Señor.
Sus familiares dan gracias a Dios por los años que le ha permitido compartir junto a la madre, abuela, bisabuela, tatarabuela, amiga, hermana y buena vecina.