Un vigilante muerto y otro herido dejó un intento de atraco esta madrugada en una estación de combustibles, en Barahona, perpetrado por tres hombres, de los cuales uno resultó herido y otros dos fueron detenidos, informó este jueves la Policía.
La víctima fue identificada como Moisés Rafael Santana Féliz, de 54 años, residente en la sección Juan Esteban, quien murió cuando era trasladado al hospital Jaime Mota, al ser herido con entrada en el hemitorax izquierdo y salida en el tórax posterior izquierdo.
En tanto, José Batista Báez, de 27 años, residente en Santiago, resultó con herida de proyectil con entrada en la región Inguinal izquierda sin salida y fractura de cabeza del fermún izquierdo
El informe preliminar establece que la muerte y la herida a los dos vigilantes se la ocasionaron Alexis David Sánchez Medina, de 21 años, Geuris Navarro, de 20 años, éste último resultó con herida de bala sin salida en la región abdominal alta, cuando se le escapó un disparo al primero en el momento que forcejeaban con el guardián y su acompañante.
Un Apunte
Antecedentes penales
Los tres detenidos, al ser depurados en los archivos de cómputo de la Policía Nacional, figuran con registros policiales por antecedente penales. En cuanto al cadáver del vigilante asesinado durante el intento de atraco, se encuentra en la morgue del Hospital Jaime Mota de Barahona, para fines de la autopsia correspondiente como lo establece la ley.
Se establece que José y su acompañante Geuris se presentaron a la gasolinera Texaco en la motocicleta marca CG-200, negra, y despojaron al guardián de un revólver marca Tauros Special calibre 38 milímetros, asignado para desempeñar su funciones.
Navarro se encuentra bajo custodia policial en la clínica Magnolia y Sánchez Medina, se encuentra detenido para fines de lugar.
La motocicleta, y la pistola con numeración limada, calibre nueve milímetros, con su cargador están siendo analizados para ver si con ésta se cometieron otros crímenes.
En el lugar la Policía científica recolectó dos casquillos nueve milímetros, y ropas ensangrentadas que fueron ocupadas en la residencia de Iván Amauris Heredia.