El rostro del asesinado sargento de la Policía Nacional Roberto González Sentil, de 29 años, quedó irreconocible después de que dos desconocidos le propinaran dos disparos, uno en la cabeza y el otro en el pecho, para despojarlo de la motocicleta en la que se desplazaba hasta su residencia en Los Guarícanos, Santo Domingo Norte, junto a su esposa.
Dentro de todo el dolor que embargaba a la familia del sargento y la de su viuda, Reina de Paula, de 34 años, quien resultó herida de bala en el abdomen, algo que causaba gran pesar en la madre del sargento era que los cuatro niños que Gonzalez Sentil dejó en la orfandad no lo iban a poder ver por última vez, “porque me dejaron a mi hijo irreconocible”.
“Ay mis niños, cómo yo los entro a ver a su papá tirado en esa caja. Me le dispararon en la cabeza y parece otra gente. Esos delincuentes me lo dejaron irreconocible”, se lamentaba una y otra vez Lovanna Sentil, madre del sargento asesinado.
Manifestó que “lo único que sé es que mataron a mi hijo, un muchacho tan tranquilo y ahora deja esos cuatro niños huérfanos”.
Mamerto de Paula Martínez, padre de Reina de Paula, contó que su hija y su esposo estaban frente a su residencia, ubicada en la calle Enrique Blanco esquina Mella, en Los Guarícanos, cuando se presentaron dos personas para quitarle la motocicleta a su suegro, y en medio de un forcejeo, comenzaron a disparar, dejando al sargento muerto y a su mujer herida.