PEKÍN.- Más de 60 personas han sido detenidas hasta hoy en China por apoyar las protestas prodemocráticas en Hong Kong, que llevan ya tres semanas ocupando diversas calles de la isla, según confirmaron hoy a Efe desde Chinese Human Rights Defenders (CHRD).
La mayoría de arrestos se han producido en Pekín, si bien también se han registrado algunos en otras provincias como Cantón (en el sur), Gansu (en el noroeste) o Hunan (en el centro), según aparece en la lista actualizada de detenciones de CHRD, que constata una nueva campaña de represión en el país asiático.
En concreto, la organización confirma 23 detenciones criminales, que duran hasta 37 días y pueden acabar en juicio, tres arrestos administrativos, de un máximo de diez días, y otros 35 bajo “otro tipo de custodia policial”.
Estos últimos casos incluyen cualquier tipo de privación de la libertad, como mantener a la persona en un centro de detención sin notificar a su familia o “provocar su desaparición”, según explicó a Efe Wendy Lin, coordinadora en Hong Kong de CHRD.
Además, según detalló Lin, su organización también ha confirmado un caso de tortura, el de Xie Wenfei, quien fue detenido el pasado 3 de octubre en un parque de Cantón (sur) cuando portaba diversas pancartas en apoyo a las protestas de Hong Kong.
“Según su abogado, Wu Kuiming, Xie fue atado de pies y manos y a ocho centímetros de unas anillas de hierro colocadas en el pared, durante un total de 100 horas”, cuenta Lin a Efe.
Las autoridades permitieron a Xie beber agua o ir al baño de forma “periódica”, así como cambiarse de ropa o dormir, excepto por un periodo de 20 horas, en el que le mantuvieron encadenado y sin poder atender sus necesidades básicas, explica la fuente.
“Tienen miedo, no quieren que se extienda el espíritu de Hong Kong. No quieren que vuelva a repetirse otro Tiananmen”, consideró a Efe Hu Jia, reconocido activista en China, quien se encuentra bajo arresto domiciliario.
En opinión de Hu, la represión que se vive estos días es más grave que la que se produjo durante la época de la “Revolución jazmín” en 2011, un intento por emular a la “Primavera Árabe” que fue cortado de raíz por Pekín.
Para CHRD y otras organizaciones como Human Rights Watch, la represión continuará “mientras la gente de Hong Kong continúe las protestas” y puede que se intensifique en estos días dada la cercanía con la reunión anual del Partido Comunista que comienza la semana próxima.
“Están ansiosos por ponerle fin”, indicó Lin de CHRD, mientras que Maya Wang, de Human Rights Watch, auguró que acabar con las protestas en Hong Kong ”será un largo proceso”.
“Creo que el Gobierno espera que, con el tiempo, sólo tenga que enfrentarse a, cómo máximo, cientos de manifestantes que queden, y que puedan dispersarles utilizando la mínima fuerza para no provocar a la población. No obstante, hasta ahora hemos visto que cualquier intento de dispersar a la gente provoca que más gente salga a apoyarles”, indicó la investigadora.
“No van a tener fácil acabar con las protestas, y aunque lo consigan, el principal problema -las fuertes aspiraciones a la democracia- no va a desaparecer rápido”, concluyó.