Al menos 120 personas han muerto y más de 250 han resultado heridas en un doble atentado suicida contra mezquitas chiíes en Yemen, según las autoridades del convulso país árabe. El grupo Estado Islámico ha reivindicado estos ataques.
Los ataques han tenido lugar en dos mezquitas de la capital Saná, controlada por los rebeldes hutíes y en la ciudad septentrional de Saada, bastión de esta rama chií.
En total, según un responsable del Ministerio de Sanidad citadas por AFP, hay al menos 142 muertos y 351 heridos, aunque otras fuentes rebajan el balance y hablan de 126 muertos y 260 heridos.
En una nota, el Ministerio del Interior ha precisado que todos los suicidas, incluidos los que se hicieron estallar en Saada, llevaban explosivos camuflados en escayolas falsas que colocaron alrededor de sus piernas.
Las dos mezquitas atacadas en Saná, Al Hashush y Badr, ubicadas en el norte y centro de la ciudad respectivamente, son frecuentadas por los dirigentes del grupo chií rebelde de los hutíes, hostil al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.
Ataque contra los hutíes
En todos esos atentados, los atacantes repitieron el mismo modus operandi.
Cada mezquita fue atacada por dos suicidas; uno de ellos detonó su carga explosiva en el puesto de control establecido fuera de la mezquita mientras el segundo aprovechó la situación para irrumpir en el templo y hacer estallar sus explosivos en medio de la multitud, que en ese momento celebraba el rezo del mediodía del viernes, el día sagrado para los musulmanes.