El presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo del Poder Judicial, magistrado Mariano Germán Mejía, hizo un llamado a los jueces y juezas del país a trabajar por una mejor justicia sin temor a los pulsos sociales, durante el acto de juramentación de 34 nuevos juezas y jueces de paz.
El magistrado Germán Mejía exhortó a los juramentados a que en su vida pública y privada se manejen con integridad, humildad, sobriedad, prudencia, nobleza, autenticidad y sabiduría.
“Son todas estas cualidades las que unidas, desarrollan la confianza social en el juez, sin la cual no hay reconocimiento. Y sin reconocimiento las sentencias que dicta el juez no valen, ya que cada sentencia vale lo que vale el juez que la dicta”, sentenció el Magistrado.
Ante la pregunta de los medios asistentes acerca de las presiones que reciben los jueces, el magistrado Mejía indicó que a la Justicia nadie la presiona, que él no recibe presiones de nadie. “Sabemos que existen jueces buenos y jueces no tan buenos, como hay personas buenas y malas. Lo importante es acompañar las sentencias con la inteligencia y la razón”, expresó.
Agregó además, que otras particularidades que un buen juez debe tomar en cuenta durante su ejercicio son el conocimiento especializado; reconocimiento y práctica de la ética; gran sentido de valoración de lo justo; honor permanente a la verdad (un mentiroso jamás puedes ser un buen juez; un cuervo no puede ser juez); conocimiento de la realidad social del medio donde ejerce su función; reconocimiento del deber de luchar contra las epidemias medulares que corroen los cimientos sociales, y cultivar permanentemente el conocimiento intelectual y la inteligencia emocional.
Al grupo de nuevos jueces, procedentes del concurso de aspirantes a juez de paz iniciado en el 2012, les fueron asignadas las plazas en las cuales prestarán servicio, pertenecientes a los Departamentos Judiciales de Santiago, San Pedro de Macorís, San Cristóbal, La Vega, San Francisco de Macorís, Puerto Plata, Barahona y San Juan de la Maguana.
“Procuremos la amistad con Atenea, la diosa de la inteligencia y la razón, y no la de Ares, el dios de la Guerra y la fuerza. Si así lo hiciere, que Dios los bendiga y que el país se los reconozca”, concluyó el Magistrado Presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo del Poder Judicial.