SANTO DOMINGO. El hecho de que los dominicanos sean líderes en el tráfico de drogas en los Estados Unidos, está afectando considerablemente la reputación del país y provocando daños a los nacionales, quienes enfrentan dificultades en el extranjero para tener una cuenta bancaria.
La aseveración la hizo el economista y experto en lavado de activos, Roberto Mella Cohn, quien sostuvo que esa situación no sólo se registra en Norteamérica, sino también en otros países y empresas, en donde por el simple hecho de ser dominicano les ponen trabas.
“Es uno de los efectos que tienen estos temas del crimen organizado a nivel de percepción de riesgo y el tema del acceso internacional a cuentas y a negocios, pues ya nos tildan y nos ponen en una lista de alto riesgo que provoca muchas veces cierre de negocios”, aseguró.
Indicó que el comportamiento de los criollos en el extranjero deteriora la imagen de la República Dominicana, por lo que la nación debe contrarrestar esos efectos con controles internos de prevención en materia de lavado de activos.
La idea, dice, es hacer ver que, a pesar de los delitos cometidos por los nacionales en el exterior, en el país existen controles robustos para evitar que el lucro circule internamente.
Un reporte oficial de la DEA establece que los narcos dominicanos lideran el tráfico de drogas, como cocaína, heroína, fentanilo, marihuana y Special K y Molly, en los estados de la costa Este de los Estados Unidos.
“2017 National Drug Threat Assessment” (Evaluación Nacional 2017 de la Amenaza de la Droga), indica que traficantes dominicanos son ahora la primera opción de los suplidores mexicanos y colombianos.
Ante ese panorama, Mella Cohn precisó que a los dominicanos residentes en el exterior dedicados a actividades ilegales, una vez en el país, no les sería tan fácil invertir su dinero.
Sostuvo que actividades del sector no financiero como agentes inmobiliarios, constructoras, cooperativas, dealer de vehículos y joyería, son reforzadas en materia antilavado, a fin de lograr mayores controles y evitar la penetración del dinero ilícito. Igual se hace con los abogados, contadores y profesionales liberales, a quienes también se les exige más rigurosidad.
“Se afecta la imagen, pero existe un sistema preventivo, la Ley 155-17 contra Lavado de Activo que impide que ese dinero fluya a través de la economía de manera regular, que lo haga lícito, entonces en término general esas informaciones afectan el riesgo reputacional del país y la conservación de cuentas bancarias en el extranjero”, recalcó.