Doctora Lily Rodríguez González de Eloy afirma es preciso aprender y emprender para superar adversidades.
Por Ignacio Guerrero.
SANTIAGO. – La Magnífica Rectora de la Universidad Tecnológica de Santiago, UTESA-Sede, doctora Lily Rodríguez González de Eloy, planteó la necesidad de iniciar un nuevo camino después de un hecho doloroso.
A su juicio, es propicio aprender y emprender para superar las adversidades para superar una situación anómala y perturbadora como la provocada por la COVID-19.
Rodríguez González de Eloy expresó sus ideas en el discurso pronunciado, en la Octogésima Sexta Graduación Ordinaria de UTESA-Sede, celebrada en Santiago.
A continuación el texto íntegro de la oratoria de la Magnífica Rectora.
El Camino de la Resiliencia
Detrás de todo concepto, hay un mundo de significados; pero detrás de la palabra “resiliencia”, quizás, haya algo más que semántica: historias vivas en las que también habita la esperanza.
¿Resiliencia? Un concepto nuevo, pero una práctica antigua y necesaria. El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia de la Lengua define en dos sentidos esta palabra:
1.f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
2.f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.
De acuerdo con estas definiciones, tanto un atleta que toma nuevo impulso en el kilómetro 32 -la pared- para seguir un maratón, como un resorte que luego de una contracción cobra su estado original, serían, sin duda, ejemplos de resiliencia.
Resiliencia, junto a otros vocablos como pandemia, cuarentena, confinamiento, asintomático, epidemia o virus han sido las palabras más buscadas en este diccionario, en pleno desarrollo de la enfermedad COVID-19; situación que todos tenemos que aprender a conllevar como signo global de nuestra vida.
Pero, ¿Cuántos mundos de significados estamos construyendo en y con esta crisis?, y ¿con qué palabras aprehendemos la realidad, lo posible y lo vital en esta pandemia? Estas preguntas son importantes porque, junto a la palabra COVID, si no hay resiliencia, solo hay crisis.
Esta es la idea de las palabras, que en su universo de significados, quiero compartir con ustedes, estimados graduandos de UTESA. En lo que soñamos, pensamos, hablamos o hacemos, hay un lenguaje académico, profesional y especializado propio de cada profesión que ustedes han visto crecer, transformar y madurar. Pero si en ese universo no existe la palabra resiliencia, esa capacidad de iniciar un nuevo camino después de un hecho doloroso, posiblemente, no pueda vislumbrarse un futuro en sentido pleno, ¿por qué? Porque el mundo nunca ha sido estable; la realidad ni es ordenada, ni es lógica, ni es constante, simplemente es. Los esfuerzos que hace la humanidad por entender la realidad son encomiables, pero la realidad tiene otros designios, que muchas veces la ciencia no llega a comprender, y su impacto no se prevé.
¿Cuál sociedad, cuál economía o cuál sistema educativo estaba preparado para esta situación tan anómala y perturbadora como la provocada por la COVID19?
Ni aun el país más desarrollado tiene semejante previsión. El virus ha igualado para todos grandes problemas, pero no ha igualado las respuestas. ¿Dónde está la diferencia? Hay personas y sociedades con más o menos resiliencia, es decir, personas y sociedades con mayor o menor capacidad para reanudar de nuevo su camino, y de esa capacidad dependen sus aciertos, tanto a nivel personal como social.
Entonces, si este virus es un ejemplo severo de lo imprevisible que puede ser la realidad, ¿Qué les ha ofrecido la Universidad? Pues, hoy lo tienen a la vista: les ha ofrecido la capacidad de aprender, y emprender. Estimados graduandos, es un signo de resiliencia… es la primera parte.
Aprender es cambiar. Y todos han venido a esta casa de estudios, UTESA, a cambiar para mejorar, a superarse y a transformar su vida. Hoy, celebramos este cambio; pero ese logro que significa la posibilidad de aprender, tiene que seguir madurando hasta convertirse en crecimiento.
Un día pueden llegar situaciones inesperadas a nuestras vidas, no las buscamos, solo están, y es un hecho que no controlamos. Lo que sí está en nuestro fuero interno es la capacidad de aprender y levantarnos, es decir, la resiliencia. ¿Cómo consolidar esa capacidad de levantarse?
La construcción de esa capacidad para sobreponerse es un desprendimiento de dentro hacia fuera; la resiliencia es esa capacidad para aprender de los problemas, es un camino que se consolida demostrando interés por el “otro”, la empatía.
Cuando te levantas del dolor, de las situaciones adversas o del desconsuelo, hay en esa fuerza algo más que un yo, hay razones que asumes como poderosas. El mundo del dolor es propio, íntimo; pero, el mundo de la resiliencia admite a otros, admite una visión diferente. Y esta es nuestra tarea. Hoy, aunque el virus nos esté dando esta lección, has logrado alcanzar una profesión, y tienes la doble tarea de sobreponerte: tú, pensando en tu responsabilidad social con otros.
Ser profesional resiliente, por tanto, es tener esa capacidad para aprender, sabiendo que frente a cualquier crisis tienes la responsabilidad social de crear una respuesta nueva para ti y para todos. Ser resiliente no es un viaje solitario, nos compromete a todos.
Queridos graduandos, hoy, formalmente, están empezando otro camino de desarrollo personal, de aprendizaje, pero que crecerá solo si lo construyen con otros. Ya han demostrado que pueden avanzar; hoy, comienza la tarea de demostrar que pueden crecer.
Si junto a la palabra COVID no está la palabra resiliencia, solo hay crisis; pero si junto a resiliencia no hay responsabilidad social, solo hay un diploma.
Felicidades graduandos crezcamos juntos, para construir una sociedad más resiliente!.
Discurso pronunciado por la Dra. Lily Rodríguez González, Rectora de la Universidad Tecnológica de Santiago UTESA-Sede. En la Octogésima Sexta Graduación Ordinaria de la Sede, celebrada en Santiago de los Caballeros en el mes de julio del año dos mil veinte.
Dra. Lily Rodríguez González