CARACAS.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo hoy que radicalizará la llamada revolución bolivariana que dirige contra los empresarios que saboteen la economía del país y le impidan al pueblo acceder a diferentes productos de primera necesidad que en la actualidad no se consiguen en los anaqueles.
“Vengo dispuesto a radicalizar la revolución contra todos los que la sabotean desde lo económico, no me importa el apellido y el nombre que tengan y pido a los ministros mano dura y pido a los poderes del Estado también”, dijo el presidente venezolano al ofrecer un discurso durante un acto con milicianos en Caracas.
Maduro señaló que pidió al vicepresidente ejecutivo, Jorge Arreaza, y a su tren ministerial que citen a los empresarios a los que se les entregaron dólares para la importación “de productos que no se hacen en Venezuela” y que los investiguen, analicen sus cuentas bancarias y revisen sus almacenes.
“Si es necesario vamos a detenerlos y entregarlos a la Fiscalía”, sentenció el mandatario venezolano tras señalar que el empresario que no pueda sostener su actividad económica debe retirarse.
“El que encontremos en conspiraciones y saboteos, pa’ la cárcel, tienen que pagar lo que le hacen al pueblo, ya basta compatriotas, todo tiene un limite”, agregó Maduro, al tiempo que señaló que “radicalizarse es ir a la raíz” y “sacar lo podrido que está abajo”.
Maduro ha asegurado por más de año y medio que contra su mandato está en marcha una “guerra económica” dirigida por empresarios de su país que cuentan con el apoyo de Estados Unidos.
Esta supuesta guerra económica sería, según el Gobierno, la responsable de la grave escasez de productos de primera necesidad que sufre el país desde hace más de un año y que se ha agudizado en los últimos meses, así como de la “inflación inducida” de casi 70 % en el cierre de 2014.
La principal patronal venezolana, Fedecámaras, pidió en febrero pasado al Gobierno de Maduro que inspeccione los 1.400 establecimientos industriales que se han expropiado durante la revolución bolivariana que se inició en 1999 y que supuestamente están prácticamente inactivas en la actualidad.
Además, los comerciantes atribuyen la crisis a los problemas de asignación de divisas para la importación de productos y materia prima, mientras que el Gobierno responsabiliza a los empresarios de generar una “percepción” de escasez para “irritar” a los venezolanos.
A principios de este año el Gobierno ordenó la detención de comerciantes tras acusarlos de acaparamiento de productos y de generar colas para su compra.