CARACAS, Venezuela.- El presidente venezolano Nicolás Maduro descartó el martes la dolarización de la alicaída economía de esta nación sudamericana, en donde se está haciendo común que empresas e individuos compren y vendan servicios y bienes en dólares.
“En Venezuela no va a haber, ni ha habido, ni habrá dolarización, nuestra moneda orgullosamente es y será siempre el bolívar”, dijo Maduro en una entrevista telefónica difundida por la televisión estatal.
“Lo aclaro porque la campaña ha sido brutal, nuestra moneda, bueno, la vamos a seguir defendiendo”, aseveró.
Los comentarios del mandatario se produjeron en momentos que el país se sumerge en un caos económico, signado por distorsiones entre las que destacan la creciente utilización del dólar para la compra y venta de bienes y servicios.
El indicio más reciente del surgimiento de este sistema de doble moneda llegó hace unos días, cuando Ford Motor Co. logró un acuerdo con autoridades para vender camionetas y vehículos todoterreno sólo en dólares.
Pocas semanas antes, American Airlines anunció que había dejado de recibir bolívares para cualquiera de sus 19 vuelos semanales que parten de Venezuela. Los clientes ahora deben utilizar una tarjeta de crédito extranjera para comprar los boletos en línea. Prácticamente todas las otras aerolíneas extranjeras hicieron el mismo cambio con consentimiento del gobierno, según la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela.
Las autoridades fijaron tres tasas para el mercado cambiario: una de 6,30 bolívares por dólar para los sectores de alimentos y salud, y para la compra de materias primas y bienes necesarios de la canasta básica; otra de 12 bolívares por dólar que se emplearía en las subastas de divisas a las que podrán acudir el resto de los sectores económicos; y una tercera del sistema marginal de divisas que cerró el martes en 199,87 bolívares por dólar. La cotización de la divisa en el mercado negro, ampliamente utilizado para establecer muchos de los precios de los bienes, es 54 veces superior a la tasa oficial de 6,30.
Venezuela está sumida en una aguda crisis económica que incluye una inflación galopante que el año pasado cerró encima de 64%, severos problemas de desabastecimiento y una recesión que se prevé se agrave este año por la caída de los precios del petróleo, que financia 96% de los ingresos que recibe el país por exportaciones.