El Gobierno de Venezuela advirtió a Estados Unidos de que avanzará con la elección de la Asamblea Constituyente, pese a su amenaza de imponer sanciones económicas como parte de una creciente presión internacional que busca obligar al presidente, Nicolás Maduro, a retirar el proyecto.
“Nada ni nadie podrá detenerla, la Constituyente va. Hoy el pueblo venezolano es libre y responderá unido ante la insolente amenaza planteada por un imperio xenófobo y racista”, afirmó el canciller venezolano, Samuel Moncada, en una declaración pública.
El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró el lunes que “tomará rápidas y fuertes medidas económicas” si Maduro persiste en celebrar, el 30 de julio, la elección de la Constituyente, que la oposición considera un “fraude” del chavismo para perpetuarse en el poder y hacer de Venezuela “otra Cuba”.
“Estados Unidos no se quedará pasivo mientras Venezuela se desmorona”, afirmó Trump en una nota oficial, sin detallar el alcance de las medidas.
Según el mandatario estadounidense, pese a que 7,6 millones de venezolanos votaron contra la Constituyente el domingo en un plebiscito simbólico organizado por la oposición, esas acciones son “ignoradas por un mal líder que sueña con convertirse en un dictador”.
El país petrolero, hundido en una profunda crisis económica por la caída de los precios del crudo, exporta a Estados Unidos unos 800.000 barriles diarios (bpd), de una producción reportada por la estatal PDVSA de 1.972.000 bpd.
Además de la escasez de alimentos y medicinas y una descontrolada inflación, Venezuela vive desde hace casi cuatro meses protestas que dejan 96 muertos, con las que la oposición rechaza la Constituyente y exige la salida del poder de Maduro.