En busca de refugio espiritual y entender la voluntad de Dios, María Magdalena Díaz, madre del pelotero Octavio Dotel, fallecido en la tragedia del Jet Set la madrugada del martes, asistió la mañana de este viernes a la parroquia Jesús Maestro, donde se celebró una misa por motivo de las tantas personas que perdieron un familiar aquella noche.
Cuando María se enteró de la tragedia, se encontraba junto a otros hermanos de la iglesia en una peregrinación espiritual en Israel para renovar su bautismo.
La peregrinación espiritual representa un acto de devoción, búsqueda divina y conexión con lo divino. Aquella conexión que buscaba María, hoy está arropada en llantos.
La peregrinación se inició del 29 de marzo hasta el 10 de abril; sin embargo, María no pudo finalizar el viaje porque tuvo que retornar al país con la esperanza de que su hijo saliera de cuidados intensivos vivo, lugar donde le dijeron que estaba.
Según hermanos de la fe, cuando le dieron la noticia en general, doña María exclamó: “Ay, mi hijo”, sin saber si su hijo fue ese lunes a la fiesta.
La razón de su lamento era porque Dotel frecuentaba los lunes esa discoteca, conocida por sus tradicionales lunes de merengue.
María pudo retornar al país, pero no con la noticia que anhelaba su corazón: “que su hijo esté vivo”, sino con la que le mantiene en un estado de dolor y sufrimiento: el fallecimiento de su hijo.
La misa terminó a las 10:08 con las melodías de la canción “Yo te extrañaré” del grupo cristiano Tercer Cielo. Mientras la canción sonaba en toda la parroquia, doña María enlutada se fue en llantos y sus hermanos en la fe la rodearon de abrazos y palabras de aliento en señal de reconfortar su alma.
El exrelevista Octavio Dotel, apenas una semana antes de perder la vida, participó en un retiro espiritual en el interior del país e interrumpió su comunión para apoyar al también fallecido Rubby Pérez.
En el momento del derrumbe, su esposa, Massiel Dotel, no se encontraba en el país. Había viajado a Nueva York por asuntos personales y, según relató una persona cercana a la familia, “no encontraba un vuelo de regreso, por lo que tomó uno con escala en Nueva Jersey”.
Dotel se congregaba en el Ministerio Cielos Abiertos, liderado por el pastor Marcos Yaroide. Recientemente, había participado en el campamento “Legendarios República Dominicana”, una actividad diseñada para transformar la vida de cientos de hombres. Allí se encontraba Octavio cuando, según el relato de Yaroide, “Dios preparó el escenario en la montaña para acogerlo en su santo seno”.