NUEVA YORK. La madre del dominicano asesinado el lunes en la madrugada en la cuadra de la calle 175 entre las avenidas Broadway y Fort Washington, en el Alto Manhattan, identificó al presunto asesino de su hijo y mostró imágenes a los medios locales de quien acusa.
La señora Mayra Quera, madre de Yadiel García, exigió también la pronta captura y que se imponga la justicia por el crimen contra su vástago. No reveló el nombre del supuesto matador.
Afirma que un hermano de García estaba cerca de la escena del crimen y vio al victimario, por lo que la familia sabe quién es.
En medio de incontrolables sollozos, describió a Yadiel como un muchacho bueno y trabajador, que siempre decía que él prefería morir primero que su madre.
La policía dijo ayer que ha comenzado una intensa búsqueda del presunto asesino que abarca varios estados del noreste de Estados Unidos.
García dejó un hijo pequeño, quien también dijo que el matador llamó previamente a la víctima para amenazarlo con matarlo.
“Como hijo, era algo excepcional, no hay palabras que describirlo”, dijo la acongojada madre.
“Yo estoy enferma y él decía que no estaba ready (listo) para que yo me muriera, que si yo me moría él se moría conmigo, que no estaba ready para entenderlo”, añadió la madre.
La policía dice que el asesinato fue motivado en una vieja disputa, que se suponía estaba olvidada, entre víctima y victimario.
La esposa de García, quien declinó identificarse, dijo que “ese hombre fue a matarlo”.
Añadió que “él llamó, él llegó y parqueó su carro, se apeó y fue a matarlo”.
“Yo lo que quiero es que él dure el resto de sus días en la cárcel, donde su hijo tenga que ir todas las semanas y todos los meses”, clamó la viuda.
“Me queda decirle a mi hijo que su padre no viene hoy ni dormirá con él”, agregó la esposa del muerto.
El asesinato ocurrió a las 12:22 de la madrugada del lunes, cuando García estaba parado en la esquina de la calle 175, donde fue ultimado de los seis balazos.
Herido de muerte, logró cruzar al otro lado de la calle y caminar, desplomándose frente al edificio 701 de la vía.
Fue auxiliado por parte de un grupo de sus amigos que estaban en la cuadra, quienes lo transportaron al hospital Presbiteriano, donde expiró poco después.