NUEVA YORK. La dominicana Nathalie Sosa, madre de una adolescente que murió el domingo durante un incendio junto a su padre en el apartamento donde ambos vivían en El Bronx, llevaba tres años sin poder comunicarse con su hija debido a que la custodia de la menor estaba en disputa en la Corte de Familia.
La señora Sosa acababa de llegar de la República Dominicana el fin de semana, luego de que la audiencia en el tribunal fijada para el 4 de enero fue pospuesta debido a la poderosa tormenta de nieve “ciclón bomba” que paralizó la ciudad.
Sosa y la madrina de la menor, Yolanda Rojas Sosa, entraron el lunes al apartamento para recoger algunas de las pocas pertenencias que quedaron de Yolanda Rojas Sosa (Cuqui), su hija.
Hace dos semanas, también falleció la adolescente dominicana Marbely Bruno, de 13 años de edad, que junto a su hermana estaba visitando familiares en Perth Amboy (Nueva Jersey). Su padre, Jesús Rafael Bruno Díaz, fue declarado con muerte cerebral por la intoxicación.
Bruno murió envenenada por intoxicación con monóxido de carbono, cuando la chimenea del edificio se bloqueó y, según el propietario, los inquilinos no habían activado las alarmas contra ese riesgo.
La señora Sosa dijo anoche a medios locales que se llevará el cuerpo de la adolescente para sepultarlo en la República Dominicana.
“Tenía corte para el 4 de enero y me dijeron que podían darme la custodia, pero por la tormenta, la audiencia fue suspendida y miren con lo que me encuentro ahora”, dijo la madre dominicana, junto a la madrina de la muchacha.
Los bomberos dijeron ayer que posiblemente el fuego fue causado por una estufa eléctrica en la que cocinaban o con la que se calentaban el padre y la hija, pero que la investigación está activa para determinar el origen real del siniestro.
La policía dijo que no hay ninguna evidencia de que el fuego fuera intencional.
Los bomberos aclararon que la estufas eléctricas sólo deben usarse para cocinar a falta de gas y no para calentarse para evitar riesgo de que se produzca un incendio con víctimas fatales, como en este caso.
“Él (Nelson Rojas, de 62 años de edad) vivía solo con su hija”, añadió la madrina.
Familiares, vecinos y amigos, lamentando las muertes, levantaron un altar frente al edificio, y describieron al señor Rojas como un excelente padre, siempre preocupado por la hija.
El Departamento de Viviendas de la ciudad (NYCHA) dijo que está cooperando con la investigación de los bomberos y que nunca hubo quejas por falta de calefacción en el apartamento en el que vivía el dominicano y su hija.
Agregó que la más reciente inspección fue en agosto de 2017.
Los habitantes fueron convocados a una reunión para este viernes para escuchar quejas sobre violaciones en el edificio.