Madacasgar se enfrenta al peor brote de peste en 50 años. Desde el pasado mes de agosto ha habido más de 2,267 casos y 195 muertes, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La isla, situada en el sureste de la costa africana, está acostumbrada a ver hasta 400 casos por peste bubónica en las mismas regiones rurales cada año pero esta vez el brote llega fuera de temporada y es más mortal que nunca.
Convertida ahora en una peste de tipo neumónica o pulmonar sus efectos son peores y su propagación más rápida, llegó incluso a la capital.
La enfermedad temida
La OMS describe la peste como una de las enfermedades “más viejas y temidas“.
Históricamente, fue responsable de pandemias generalizadas con un número extremadamente alto de muertes y llegó a conocerse como “la muerte negra” en el siglo XIV, matando a más de 50 millones de personas en toda Europa.
Hay algunas diferencias entre la peste bubónica y la nemónica o pulmonar.
La plaga bubónica se transmite a los humanos por las picaduras de pulgas infectadas que viven en pequeños mamíferos como las ratas. Si no se trata puede matar hasta 2/3 de los infectados.
Aproximadamente, uno de cada 10 casos evoluciona en peste neumónica, que si no se trata rápidamente suele resultar mortal en casi todos los casos.
A diferencia de la peste bubónica, se propaga mucho más fácilmente, a través del aire. Basta con que una persona enferma tosa muy cerca de ti, para que puedas resultar infectado.
La buena noticia es que con el suministro de antibióticos la peste se cura fácilmente pero es imprescindible que se administren en una fase temprana de la enfermedad.
En las últimas semanas, el brote en Madagascar se ha ido desacelerando, con un menor número de casos nuevos cada semana.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud advierte de que podría haber más picos en el camino.
Pero ¿cómo este brote se convirtió en el peor en los últimos tiempos?
Propagación inusual
“Un brote de peste ya no se desarrolla de la forma que muestran los libros de historia”, dice la doctora Sylvie Briand, directora del Departamento de Gestión de Riesgos Infecciosos de la OMS.
“Las peste es una enfermedad antigua pero los desafíos que presenta hoy para combatirla son contemporáneos y muy diferentes de los que fueron 40 años atrás”.
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha estado en una de las áreas más afectadas de la ciudad de Toamasina, en la costa.
La doctora Tim Jagatic, de MSF, le dijo a la BBC que el brote se propagó a las áreas más pobladas cuando un hombre infectado con peste bubónica llegó a la capital desde las montañas y después viajó a Toamasina.
“Estaba infectado y llegó a una de las mayores ciudades, donde como no estaba recibiendo tratamiento la peste bubónica tenía un gran potencial de evolucionar en neumónica “.
“El hombre estaba en un ambiente cerrado con mucha gente cuando empezó a manifestar síntomas graves y comenzó a contagiar a los otros”.
El doctor Jagatic dijo que esto pasó a finales del pasado mes de agosto, fuera de la temporada en la que normalmente tiene lugar la peste bubónica (entre septiembre y abril), en un área donde jamás hubo un caso por esta enfermedad. Estaban desprevenidos.
La gente no estaba a la espera de poder ser contagiada por la peste y mucho menos por el tipo que se contagia de persona a persona.
“Así que no se pudo identificar hasta más tarde, permitiendo que la enfermedad proliferase sin control“.
Este caso inicial infectó a otras 31 personas, según la OMS, cuatro de los cuales murieron pero no fue hasta un par de semanas después que se detectó el brote de peste y se reconoció de forma oficial.
Desde entonces, el Ministerio de Salud del país y otras agencias de salud han entrado en acción y los casos comenzaron a disminuir mediados de octubre.
“Alto riesgo”
La OMS describe el riesgo de la isla como “muy alto” y se teme que la enfermedad se pueda extender más allá de Madagascar.
Los viajes frecuentes por mar y aire desde y hacia los países vecinos significan que existe el riesgo de que la enfermedad se extienda a lugares como Mozambique, las Seychelles, Sudáfrica y Tanzania se considera “moderado”.
La OMS dice que está ayudando a esos países a intensificar la vigilancia y prepararse para un posible brote. Sin embargo, dice, el riesgo general de propagación de la peste a nivel mundial es bajo.
El funcionario de la OMS, Tarik Jasarevic, de dijo a la BBC que la organización “desaconseja cualquier restricción de viaje o comercio a Madagascar sobre la base de la información actual disponible”.
“La evidencia nos dice que los riesgos asociados con cerrar fronteras son más altos que mantenerlos abiertos”.
De vuelta en el centro de tratamiento de MSF en Toamasina, el doctor Jagatic dijo que el país estaba mucho mejor preparado a medida que avanza la la temporada de peste.
“Los brotes son siempre difíciles de predecir. En este momento estamos viendo una disminución en los casos, pero eso no significa que esto haya terminado”, dijo.
“Estamos preparados para un aumento, y queremos estar absolutamente seguros de que no nos cogerán por sorpresa otra vez”, dijo.