PARÍS, Francia. El centrista Emmanuel Macron encara reforzado la recta final de la campaña por la presidencia de Francia, tras salir mejor parado del duro debate televisivo frente a la ultraderechista Marine Le Pen, cuya estrategia agresiva fue comparada a la de Donald Trump.
Jamás un debate entre candidatos presidenciales en Francia había sido tan virulento. Durante casi dos horas y media, Macron y Le Pen intercambiaron el miércoles por la noche insultos y palabras durísimas.
El exministro de Economía llamó “parásito” a la líder de la extrema derecha, quien lo acusó a su vez de ser “complaciente” con el fundamentalismo islamista. Ambos se tacharon varias veces de “mentirosos”, delante de más de 16 millones de telespectadores.
De forma casi unánime, la prensa francesa lamentó la falta de fondo en un debate en el que ambos candidatos estaban llamados a detallar sus programas antagónicos y que cada uno defiende como la receta para hacer frente al declive económico y político de esta potencia mundial.
Un sondeo de la cadena francesa BFMTV mostró que 63% de los telespectadores hallaron que Macron fue el “más convincente” de los dos candidatos.
La cifra es similar a las encuestas sobre la intención de voto de la segunda vuelta del domingo, por lo que el debate reforzó la condición de favorito del exbanquero, de 39 años.