“Yo es verdad tuve mi pasado oscuro, pero ya estoy limpio”, dijo Ernesto Bienvenido Guevara Díaz (Maconi), a la jueza que le impuso un año de prisión preventiva junto a otros imputados, por el alijo de 1,575 kilos de cocaína ocupado en la embarcación Kaluba, próximo a San Soucí.
En torno a las coordenadas que le encontraron en la cartera al momento de ser arrestado, Guevara Díaz explicó que tiene un hijo que estudia aviación y que se pone a practicar coordenadas con él.
Declaró que tiene 10 años incursionado en el negocio de los combustibles con el señor Carlos Meraldo “por eso yo me comunico con él”.
“Yo es verdad tuve mi pasado oscuro, pero ya estoy limpio, yo le propuse que pongan cámaras cuando vi mi nombre en la DNCD, donde le dije que estoy dispuesto a acudir para allá, quería que me comunicaran con la Fiscalía. Todo lo mío es en base a trabajo”, narró.
Añadió: “ A raíz de unas pruebas que el Ministerio Público presenta y que se basan en unas coordenadas y en llamadas telefónicas que me encontraron en mi cartera, en realidad esas coordenadas no fueron a mí, porque es que tengo un hijo que estudia aviación y yo me pongo a estudiar con él eso”.
En tanto que el imputado Carlos Julio Cuesta Feliz explicó a la jueza Yanibet Rivas que no era el dueño de la embarcación y que hace 10 años se inició en el negocio de la venta de combustibles y que hace un año y tres meses el barco tenía una deuda con unos tripulantes y uno de ellos murió.
“Me comprometí a abonarle el 50% de la deuda y lo otro a abonarlo mediante Petrolex y esta empresa fue cerrada, porque se le venció la licencia”, dijo.
“Nos incautaron 1,800 galones de combustibles y una vez pagado los impuestos, nos quitaron el barco por falta de flujo de efectivos, porque no teníamos dinero“, señaló Cuesta Feliz.
La Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional impuso un año de prisión preventiva como medida de coerción a Maconi y a otros 14 imputados por el alijo de drogas.