El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dijo en una carta dirigida a los integrantes del Movimiento de los Sin Tierra (MST) que saldrá “más fuerte de esta situación” al referirse a la condena a 12 años que cumple en una cárcel en Curitiba pese a decir que es inocente.
“Saldremos mayores y más fuertes de esta situación. Estamos del lado correcto de la historia”, señaló Lula en la misiva fechada el martes y divulgada hoy en el portal en internet del Partido de los Trabajadores (PT).
En la carta, que fue entregada al líder del MST, Joao Pedro Stedile, el exmandatario (2003-2010) agradeció a los manifestantes que le expresan su apoyo a diario en los alrededores de la superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, en donde está recluido.
Asimismo, Lula aseguró sentirse perseguido como se han sentido los miembros del Movimiento de los Sin Tierra, una organización integrada por miles de campesinos desposeídos y que ocupa haciendas improductivas para presionar avances en la reforma agraria en Brasil.
“El Movimiento de los Sin Tierra, más que nadie, sabe lo que es sentir en la piel el dolor de la injusticia, de la persecución y de los procesos fabricados y manipulados”, afirmó el exmandatario.
El movimiento campesino siempre ha apoyado a Lula y estuvo con él en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos, en donde el exmandatario se atrincheró dos días antes de entregarse a las autoridades.
El día que la justicia ordenó la captura, Stedile, coordinador nacional de los Sin Tierra, dijo que Lula era “la simbología, la síntesis de las luchas de la clase trabajadora” y que “su prisión es otro capítulo del golpe” que, en su opinión, comenzó con la destitución de Dilma Rousseff (la sucesora y ahijada política de Lula) y la ascensión al poder del actual mandatario, Michel Temer.
Stedile aseguró que Lula es una “víctima de un proceso político” y que sufría “una persecución que solo pretende impedir que sea candidato” en las elecciones presidenciales de octubre próximo, para las cuales lidera todas las encuestas.
Lula, considerado el líder más popular del país, cumple una condena de doce años de cárcel por corrupción y lavado de dinero en una cárcel ubicada en la sede de la Policía Federal en Curitiba.