BRASIL (EFE).– El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, hospitalizado desde el pasado lunes para tratar una hemorragia intracraneal, fue dado de alta este domingo por sus médicos, que aclararon que el líder progresista tendrá que permanecer en São Paulo hasta el jueves para exámenes de control.
«El presidente recibió el alta hospitalaria pero no el alta médica. Aun son necesarios algunos exámenes de control, como una tomografía a la que será sometido el jueves, antes de que pueda regresar a Brasilia», afirmó su médico personal, Roberto Kalil, en una rueda de prensa.
Los médicos afirman igualmente que el mandatario podría volver a despachar en el Palacio presidencial de Planalto la próxima semana debido a que no sufrió ninguna secuela en la intervención quirúrgica, aunque le recomendaron que mantenga un ritmo de trabajo moderado.
EL PROCEDIMIENTO MÉDICO
En un video que publicó el viernes en sus redes sociales y en el que aparece caminando sin ninguna dificultad por los corredores del hospital, Lula se dijo “firme y fuerte”, así como preparado para volver a casa “en breve” para seguir “trabajando y cuidando de cada familia brasileña”.
“2025 está llegando y tenemos muchos encuentros por Brasil y por el mundo”, afirmó.
Tras una cirugía de urgencia en la noche del lunes en la que los médicos le drenaron el hematoma intracraneal que se le detectó después de que se quejara de fuertes dolores de cabeza, Lula se sometió el jueves a una segunda intervención, preventiva, complementaria y de menor riesgo.
Se trató de una embolización de la arteria meníngea media para minimizar el riesgo de posibles nuevas hemorragias intracraneales.
El hematoma fue consecuencia de la caída que el presidente sufrió el pasado 19 de octubre en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial, cuando se golpeó la cabeza en el baño y tuvo que recibir cinco puntos de sutura en la nuca.