El presidente del Poder Judicial y de la Suprema Corte de Justicia, Luis Henry Molina, mencionó el reto que tiene República Dominicana de superar el desbalance que posee en las distintas cárceles, con más del 61 por ciento de los presos preventivos, que no han sido juzgados por los tribunales.
En ese sentido, afirmó que “el objetivo no debe ser imponer medidas de coerción, sino servir justicia, con prontitud” a fin de garantizar los derechos fundamentales y la dignidad de las personas y que afecta a más de 16,000 reclusos sin una condena.
Según las estadísticas de la Dirección General de Prisiones, presentada en septiembre, el total de presos en el país es de 26,769.
Molina recordó que la imposición de la prisión preventiva, como medida de coerción, es para asegurar la integridad de las pruebas y que el imputado no evada el proceso.
La medida de coerción “no implica la terminación del caso, ni la culpabilidad del imputado. La comprensible indignación de la sociedad ante los casos penales no puede justificar este desbalance. No tiene justificación en una sociedad democrática”, sostuvo el presidente de la Suprema Corte de Justicia.
Molina habló durante la audiencia solemne en la Sala Augusta de la SCJ por el Día del Poder Judicial, a la que asistió el presidente de la República, Luis Abinader, legisladores, jueces de las diferentes instancias judiciales y representantes de la Iglesia.
En su discurso destacó los logros de ese Poder del Estado, entre los cuales citó el que se haya podido resolver la mira judicial, y también que se haya puesto en vigencia la ley de medios digitales que desde el pasado año facilita el acceso a la justicia a través de lo virtual.