El candidato presidencial costarricense, Luis Guillermo Solís, aseguró que de salir victorioso en el balotaje del próximo 6 de abril “no tolerará la impunidad” en los casos de corrupción y adelantó el principal objetivo de su gestión será atacar la desigualdad en la nación centroamericana.
En una entrevista concedida al periodista de teleSUR, Jorge Gestoso, el candidato costarricense, aseguró que“si un funcionario de su confianza comete actos de corrupción será removido del cargo, la responsabilidad de un jerarca debe concretarse”.
Sobre la situación económica, el único candidato presidenciable tras la renuncia de su contrincante en la segunda vuelta, Johnny Araya, del Partido Liberación Nacional, afirmó que a pesar de la crisis mundial, la economía de América Latina ha funcionado mejor que en otros espacios del mundo donde prevalecen las relaciones de mercado.
Apuntó que en la nación centroamericana hay preocupaciones generales como la pobreza, y el desempleo que se deriva de este modelo. Además la desigualdad, “mal mayor que tenemos que atacar en el continente y en Costa Rica”.
“Ha llegado la hora del cambio para Costa Rica”, sostiene Solís, quien en 2005 renunció al PLN por considerar que ese partido, de raíz socialdemócrata, perdió el rumbo al girar a la derecha e impulsar un modelo neoliberal que socavó los pilares sociales del país, educación y salud, orgullo de los costarricenses.
Esta sería la primera vez en más de medio siglo que llega a la presidencia una agrupación no tradicional, fundada hace 13 años para quebrar el bipartidismo que se alternaba el poder: el PLN y el conservador Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
Solís aseguró que el bipartidismo se rompió en Costa Rica en el 2002, cuando surge el Partido de Acción Ciudadana (PAC), al cual pertenece desde hace 8 años, “la expresión de este fervor antibipartidista es lo que ha llevado a la condición de nuestra política”.
Manifestó su interés en revisar los Tratados de Libre Comercio donde esta involucrado Costa Rica, “no estoy de acuerdo con todos, pienso que hay que administrar mejor los tratados”.