Ana María es una doméstica por paga. Es el oficio del que vive y el que le ha permitido criar a sus hijos con edades de entre 9 y 25 años. Vive en un barrio muy pobre, cerca de la orilla del río Ozama y con dos salarios apenas reúne RD$15,000 fijos cada mes, lo que apenas le alcanza para lo básico.
Ana María está en el grupo de ingresos que, según el Banco Central (BCRD) conforman el quintil 1 (personas con menores ingresos) a los que se les ha calculado que se manejan con un poco más de RD$13,900 al mes, para poder sostener su canasta básica, calculada en marzo de este año 2019.
Para calcular la inflación en la canasta básica un componente que se toma en cuenta es el gasto en entretenimiento. Pero, ¿cuántas personas como Ana María no contemplan ese gasto en su corto presupuesto más allá que ver televisión o usar wifi para el corto tiempo en los entretenimientos virtuales que usan sus hijos?.
Al regreso a su casa en horas de la noche, esta mujer se dedica junto a una de sus dos hijas a mirar una telenovela de un canal televisivo local. Es casi su único entretenimiento.
Internet, aún limitado
Allí no hay Neflix, no hay cables y el internet que usan se limita a la compra de “paqueticos”, y aunque todos usan celulares lo aprovechan más con señales gratuitas de wifi, sus hijos, calificados en la generación que sigue a los millennials, los “Z”, se entretienen con poco y eso no implica un gasto mayor ene l presupuesto de Ana María.
Tampoco van al cine o a un concierto. Ni siquiera a las puertas de un supermercado o una tienda física y menos virtual. El dinero apenas le alcanza para comprar ropas de segunda.
Hoy día, la pobreza monetaria según las autoridades se ha reducido en República Dominicana, básicamente en el segmento de pobreza extrema; pero aún el índice de carencias afecta a los menos jóvenes, a las mujeres y en muchos casos a los niños incluidos en el grupo generacional “Z” (aún en edad escolar).
“Los más jóvenes del grupo generacional Z son más propensos a escuchar música, jugar video y juegos “on-line”, en tanto que los mayores prefieren disfrutar los viajes y la jardinería”, de acuerdo con el estudio Nielsen Generacional Lifestyle Survey 2015.
Esta generación abarca a los jóvenes que han seguido a los millennials, son los que han nacido entre 1994 y 2010. Se considera una generación postmillennial, “más madura”, que no concibe la vida sin internet.
En sus cálculos de marzo de este año, el BCRD estimó una variación negativa de – 1.06% con respecto al mes anterior en el costo de diversión, entretenimiento y cultura que realizaron las familias en general, desde el grupo de menos ingresos (quintil 1); como el de mayor gasto (quintil5).
Otras familias, ubicadas en otros grupso de mayores ingresos que la familia de Ana María sienten el “peso” de los avances tecnológicos y se ven en la obligación de comprar celulares para que sus hijos jueguen y miren videos. Tal es el caso de Ivelisse que hasta tiene que dejar un poco de su presupuesto mensual para los cumpleaños en los que participa su hija y la compras web.
PRESUPUESTOS
Los jóvenes Z difieren gustos
Maduros
Contrario a los Millennials, la generación de 12 años en adelante, hasta 25, disfrutan de la naturaleza y son menos exigentes.
Encuentros
Las actividades en grupo les llama la atención sean más jóvenes o no, pero dudan a la hora de hacer compromisos, al igual que la anterior generación.
Cine y TV
Además de ir al cine, la televisión en casa es uno de los entretenimientos de los más pobres, pero si pertenecen a familias con mayores ingresos prefieren viajar, practicar deportes y usar la última tecnología.
