SANTO DOMINGO. Seis altos oficiales del Ministerio de Defensa, anterior Fuerzas Armadas Dominicanas, defendieron en el Congreso Nacional la aprobación del contrato de préstamo de los ocho aviones súper tucanos, entre los que figuran el exjefe de esa cartera, entonces jefe de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), mayor general Pedro Peña Antonio y el coronel de esa misma institución, Carlos Piccini, ambos imputados por presunto soborno junto a otras personas.
La Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA) pidió el pasado viernes imponer prisión preventiva contra esos imputados y el empresario Daniel Aquino Hernández y su hijo Daniel Aquino Méndez. También, pidió el al juez de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional declarar el caso complejo.
Al participar en una reunión con miembros de la comisión de Hacienda del Senado, el pasado 7 de agosto del 2008, el alto oficial Peña Antonio, en su calidad de jefe de la FAD consideró el tema de vital trascendencia para el futuro de esta Nación porque la aprobación de ese contrato de préstamo permitiría cumplir “con el sagrado deber de combatir los vuelos ilícitos provenientes del narcotráfico y crímenes organizados”. Argumentó que “la elección de los aviones Súper Tucano, como herramienta vital de detección y visualización ante actos violatorios de nuestras leyes, representa el consenso maduro y sopesado de las Fuerzas Armadas Dominicanas, en especial de la Fuerza Aérea Dominicana. La aprobación del préstamo debe ser vista como una necesaria e impostergable decisión a tomar”.
Concluyó informando que las aeronaves no sólo contribuirán con acciones contra el narcotráfico sino que se suman al control de los viajes ilegales y las labores de búsqueda y rescate de personas.
En tanto que durante la misma reunión, el general piloto Pedro Valenzuela Quiroz, de la FAD, expresó que “la droga está alcanzando un nivel indescriptible, y todos los días va en aumento, se utiliza menores, avionetas y la vía marítima. Pero no solo la droga es preocupante, también se puede ser objeto de invasión”, expresó.
Argumentó que les preocupa que por la demora de la aprobación de financiamiento puedan variar los precios de las aeronaves y manifestó que el costo de mantenimiento es muy bajo y se contempla dentro del financiamiento durante diez años. “Estos aviones pueden aterrizar en cualquier pista, (preparada o no), poseen rayos láser, vista en la oscuridad y con ellos se les puede hacer frente a las naves que intentan ingresar al país ilícitamente”, indicó.
Sin temor
El entonces representante del Cuerpo Especializado en Seguridad Aeroportuaria (CESA; el general de brigada Dagoberto Rojas, dijo que en los radares se visualizan a menudo las osadías que realizan los narcotraficantes, sin temor a que los apresen, y la Fuerza Aérea Dominicana no puede hacer nada por carecer de instrumentos.
El coronel Carlos Piccini hizo una presentación de un audiovisual para dar explicaciones en torno a las aeronaves.
Posteriormente, en la misma reunión, precisó que era una necesidad para el país comprar dichos aviones. Recalcó que los turistas pagarán ese préstamo debido a que aportarán dos dólares en la compra de un ticket aéreo ida y vuelta.
Se refiere al decreto 225-07, dictado por el entonces presidente Leonel Fernández, el 19 de abril del 2007, a través del cual unificó en US$13.75 la tasa de entrada de los turistas al país. De ese monto se sacaría una partida para financiar los aviones de la FAD.
Millones de dólares
En otra reunión, realizada el 22 de julio del 2008, respondiendo a inquietudes de los senadores, José Luis Abraham, asesor Aeronáutico de la Presidencia, explicó que hasta ese momento la FAD tenía ahorrado 7 millones de dólares que serían abonados al monto total del préstamo.
Otro alto oficial que defendió la compra de los súper tucanos fue el mayor general Piloto Hugo Rafael González Burell, quien mostró preocupación por la alta inseguridad, por la delincuencia y por el crimen organizado.