Las personas negras que viven en la Unión Europea (UE) se enfrentan a situaciones de discriminación y acoso cotidiano, cuando van por la calle o a la hora de buscar trabajo o vivienda, expone un informe comunitario hecho público hoy.
“Una proporción importante de personas de ascendencia africana experimentan acoso y racismo violento en los 12 países sondeados, incluyendo de parte de la Policía”, denuncia un informe publicado hoy por la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la Unión Europea.
El reporte, “Ser negro en la Unión Europea”, analiza las vivencias de unas 5.800 persona negras en Austria, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Malta, Portugal, Suecia y el Reino Unido.
La mayoría de los entrevistados son inmigrantes de primera generación de 59 países, principalmente Somalia, Nigeria, Cabo Verde y Ghana, pero también han participado personas nacidas ya en la UE.
El documento concluye que el 30 % de los encuestados ha sufrido acoso racial durante los últimos cinco años y el 5 % agresiones físicas, incluso por parte de agentes de Policía.
“En pleno siglo XXI, la discriminación racial no tiene excusa. Pese a todo, la población negra de la UE sigue siendo víctima hoy en día de unos niveles de discriminación y de acoso generalizados e inaceptables, simplemente por el color de su piel”, dice el director del FRA, Michael O’Flaherty.
El reporte señala que el 64 % de quienes se sintieron víctimas de violencia racista no denunció lo sucedido ante ninguna instancia, en la mayoría de los casos al considerar que no serviría nada ni cambiaría la situación.
El estudio señala que el 24 % de los encuestados aseguraron haber sido interpelado por la Policía en los último cinco años. De ellos, casi la mitad identificaron que esa situación se produjo por razón de su raza o su origen.
Según la FRA, esas identificaciones por perfil étnico minan la confianza en la Policía.
El informe de la FRA también denuncia las mayores dificultades en el acceso al trabajo o a la vivienda, con elevados porcentajes de desempleo o de empleos de peor calidad, incluso entre aquellos que tienen educación superior.
La FRA reclama a los países socios de la UE que redoble sus esfuerzos para apoyar más a las víctimas del racismo y perseguir debidamente a los agresores y tomar medidas específicamente contra la discriminación, como campañas de contratación en el sector público dirigidas a la población negra.