Sao Paulo. La Cámara de Diputados de Brasil aprobó dejar bajo control militar a las fuerzas de seguridad de Río de Janeiro a fin de combatir la creciente delincuencia en esa ciudad.
Los militares empezaron a apostarse el viernes, pero el decreto presidencial aún necesitaba la aprobación del Congreso. La Cámara de Diputados la aprobó la medida el martes por la mañana, y el Senado la debatirá más tarde.
En la noche la policía y las fuerzas armadas ocuparon posiciones estratégicas en Río en el primer gran operativo de seguridad desde el cambio de mando.
Se veían vehículos blindados patrullando un vecindario de la Bahía de Guanabara mientras lanchas patrullaban las aguas.
Soldados y policías erigieron puestos de control vial y revisaron todos los vehículos que entraban o salían.
Los agentes asumieron posiciones en las vías que comunican a Río con el resto del país a fin de evitar el ingreso de drogas, armas ilegales o bienes robados, dijo el portavoz militar coronel Roberto Itamar. Participan unos 3.000 efectivos.
La operación ya estaba planeada antes de que el comandante militar se hiciera cargo de la situación y él todavía no ha revelado plan alguno para hacerle frente a la ola de violencia en Río.