Pero la esencia de este templo, de hecho, consiste no solo en el reconocimiento. Esta pequeña iglesia es un verdadero cofre del tesoro. No se sabe exactamente quién y para qué la construyó aquí, por qué se ha conservado tan bien en este lugar durante los siglos: dicen que en esta colina había un antiguo castillo o palacio: y solo se quedaron ruinas de éste, pero la iglesia se conservó hasta la fecha. Los frescos de la rotonda, que se atribuyan a los maestros de pintura italianos, causan aún más preguntas. Estas pinturas cuentan con un montón de signos y símbolos, cuya solución es una tarea curiosa.
El primero de los misterios de la rotonda es su edad. Hasta ahora, no se ha determinado exactamente en qué siglo se construyó: los científicos hablan de varias variantes (del siglo X al siglo XIII). La información histórica sugiere que esta pequeña iglesia de Santa Ana en las afueras de Uzhgorod estaba en el olvido desde la Edad Media hasta el final del siglo XIX. Los historiadores estaban interesados en ésta después de que los artesanos descubrieron frescos de colores bajo el viejo yeso durante la reparación regular del templo en 1879. El hallazgo fue una verdadera sensación, y los científicos húngaros se pusieron a estudiarlo. El estudio preliminar de los frescos permitió a los científicos deducir que fueron pintados en los siglos XIV-XV. Por lo tanto, los científicos comenzaron un estudio detallado del monumento, numerosas expediciones han visitado este lugar. Esto hizo que la iglesia de las afueras de Uzhhorod fuera conocida en toda Europa.
Hasta la fecha, los científicos de diferentes países han estado discutiendo el origen de la Rotonda de Goryany y su destinación. Una de las versiones más famosas es que en esta colina, donde ahora se encuentra la iglesia, una vez estaba el legendario castillo Ung, donde se sentó el príncipe Laborec, el que, según la leyenda, fue vencido por los húngaros que cruzaron los Cárpatos. Además, en el territorio donde se encuentra la Rotonda de Goryany hay restos de muros y cimentos. Pero los arqueólogos los remontan al siglo XIII y no hablan del castillo, sino del complejo del palacio, que incluía la rotonda.
Es curioso que la Rotonda de Goryany sea la única de su tipo en el país. Este templo tiene un diseño hexagonal, pero el hexágono está tan suavizado que casi todos los investigadores trazaron el plano de fundamento como redondo.
Otro misterio son los frescos de la Rotonda. En general, exactamente éstos hicieron la gloria de este lugar. Según los científicos, representan la época de Prerrenacimiento y se hicieron por los maestros italianos de la Escuela Giotto.
De hecho, la presencia de los maestros de la Escuela Giotto en Transcarpatia, a miles de kilómetros de Italia, no es sorprendente si tomamos en cuenta el hecho de que estas tierras desde el comienzo del siglo XIV eran propiedad de los representantes del linaje de los condes de Drugeth de Nápoles. Una de las ramas familiares de esta dinastía incluso tenía una finca patrimonial en Goryany. Aparentemente, los Drugeth invitaron a los maestros italianos a pintar el templo en Goryany, y fueron maestros que no podemos decir que estudiaron en Giotto, pero imitaron su estilo. Por lo tanto, vemos aquí nimbos y tronos en estilo de Giotto, los santos están vestidos con ropas italianas.
Una vez que entres en la rotonda, puedes ver os famosos frescos pintados en las paredes y en el altar. Hay información de que fueron pintados en la segunda mitad del siglo XIII o incluso en el siglo XIV. Hay dos tipos de frescos: tempranos y tardías, de tipo bizantino e italiano, los que se atribuyen a la escuela de Giotto.
Después de tal inspección de los frescos, de hecho quedan más preguntas sobre la Rotonda de Goryany que antes de venir aquí. Pero al mismo tiempo existe la sensación de que realmente has tocado algo extraordinario, el Misterio.
Tetyana Kogutych, Uzhgorod
Foto de Sergiy Gudak y del archivo personal de Olena Kudrya