Ya nadie discute que la inteligencia artificial (IA) es una herramienta que ha venido para quedarse. Y ante los cambios vertiginosos que sugiere esta tecnología, EL PERIÓDICO y Prensa Ibérica organizaron el 3 de diciembre, en Barcelona y bajo el título El futuro de la IA: una oportunidad para Europa, la primera jornada dedicada a este ámbito, en la que expertos del sector público y privado confirmaron que la IA se consolida como palanca estratégica y reivindicaron una «IA humanista» que ponga a la persona en el centro.
«La IA es una oportunidad extraordinaria para crear prosperidad», destacó en su parlamento inicial Jaume Miralles, director general de Intel·ligència Artificial, Eficiència i Dades de la Generalitat de Catalunya. «Solo se puede desplegar con garantías si la ponemos al servicio de las personas», añadió, poniendo el foco en la nueva estrategia Catalunya IA 2030, que articula políticas, infraestructuras y programas.
Miralles remarcó que «Catalunya tiene el talento, la investigación, las infraestructuras y el ecosistema de innovación para jugar un rol protagonista». «Queremos que la IA sirva para mejorar la vida de las personas», prosiguió, y apostó por una mirada compartida entre el mundo de la investigación, de la empresa y la administración.
Momento clave
La primera mesa redonda, Marco regulatorio y ética: implicaciones económicas y sociales de la IA, se centró en debatir sobre el futuro legislativo de la IA en Europa. «Estamos en un momento clave», dijo la moderadora, Pilar Conesa, presidenta de Anteverti y comisaria del Smart City Expo World Congress, recordando que la UE ha aprobado el AI Act, «el primer reglamento de inteligencia artificial del mundo».
«Nos preguntamos qué papel quiere jugar Europa en una batalla en la que los grandes actores ya son EEUU y China», apuntó Belén Arribas, socia de BAS Abogados, presidenta de Enatic y de IFCLA, que defendió que el relato del atraso europeo no es del todo exacto: «Un estudio de Stanford demuestra que 25 de los 150 sistemas de IA más importantes son europeos». Citó el caso de Mistral y otras iniciativas medianas que podrían marcar un modelo propio. «Tal vez no tengamos los más grandes, pero sí los mejores: sistemas compliance by design», continuó. Arribas hizo hincapié, además, en las oportunidades tecnológicas de Catalunya: «Tenemos ventaja en el diseño de chips y una capacidad computacional enorme en el BSC». En este marco, subrayó que el Digital Omnibus Package debería ir destinado «no solo a contener, sino a impulsar realmente la innovación».
«Está redefiniendo los cimientos de la ciencia»
«El gran tema que está moviendo la IA no es tanto la propia investigación en IA si no la aplicación de la IA en la ciencia: el diagnóstico del cáncer, en la fusión fría o en el análisis de los datos de los exoplanetas», afirmó Carles Sierra, director del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial (IIIA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), al inicio de su intervención. «La inteligencia artificial está redefiniendo los cimientos de la investigación científica», sentenció, y describió dos modelos en clara confrontación: el de Estados Unidos, impulsado por la iniciativa Genesis, y el de Europa.
Sierra Calificó el plan norteamericano de «retórica casi bélica», con una estrategia «de arriba abajo» centrada en grandes modelos y alianzas con corporaciones, que «ignora por completo la sostenibilidad energética, los marcos éticos o los riesgos de la descualificación humana».
En contraposición, defendió la apuesta europea, encarnada en el programa RACE y en los principios del grupo R7+, «más colaborativa, más ética y centrada en problemas reales». El director del IIIA-CSIC subrayó que Europa opta por una IA «al servicio del progreso colectivo» e integrada en enfoques simbólicos y subsimbólicos mediante arquitecturas neurosimbólicas capaces de «comprender y razonar».
Por su parte, David de Falguera, socio de Digital Law de EY Abogados y experto en derecho digital, coincidió en la necesidad de simplificar la normativa. «Las organizaciones están sufriendo para moverse en este entramado», señaló. Aunque celebró la iniciativa de la Comisión Europea, advirtió de que el reto es enorme: «Cualquier simplificación no puede erosionar derechos fundamentales. Es muy fácil decirlo y muy difícil lograrlo».
El debate avanzó hacia el papel de España, que según Arribas atraviesa «su capítulo más optimista». Recordó que es «el primer país que ha desplegado una autoridad de supervisión de IA», junto con el primer sandbox regulatorio europeo. «Estos entornos controlados permiten que administración y empresas aprendan a la vez; todos ganan», explicó. Ya hay 12 sistemas en pruebas, especialmente en biometría, recursos humanos y reconocimiento facial. «España puede convertirse en referente del despliegue práctico del reglamento», concluyó.
Respecto a la protección de datos, De Falguera destacó que «existe un choque frontal entre la IA y la normativa» puesto que «necesitan muchos datos» mientras que la ley exige «minimizarlos y conservarlos lo mínimo posible». También alertó sobre el uso cotidiano de IA generativa por parte de empleados y jóvenes, a menudo sin conciencia de la información que entregan: «El control de los datos se pierde». Con esta advertencia, los ponentes coincidieron en una idea común: innovación sí, pero con garantías.
Estrategia de negocio
La segunda mesa redonda, titulada La IA, en la estrategia del negocio, fue moderada por Sergi Figuerola-Fernández, director de la Fundació i2 CAT. En ella, representantes de la Administración y de la empresa privada coincidieron en la necesidad de avanzar hacia «una IA humanista», entendida como aquella que amplía capacidades sin sustituir el juicio humano ni vulnerar derechos fundamentales.
Desde Microsoft, Alberto Pinedo, National Technology Officer de la compañía en España, abrió el debate con una definición rotunda: «Una IA humanista es aquella que se impone límites, que está subordinada al ser humano y orientada a usos reales que favorecen a la sociedad». Reivindicó un modelo europeo basado en la gobernanza, la seguridad y el respeto a la privacidad. «Queremos una IA gobernada y segura, que cumpla el marco normativo y garantice los derechos humanos», afirmó, apuntando a un futuro donde «la gobernanza colectiva» marque la diferencia frente a enfoques más laxos como el estadounidense o el chino.
Por parte de la Generalitat, Miralles defendió una visión complementaria: «La IA debe ser inteligencia aumentada, una herramienta que impulse el potencial de las personas siempre bajo su control». Recordó que parte del sector público ya trabaja en automatizar tareas repetitivas para liberar tiempo de valor añadido en ámbitos como la educación, la sanidad o la agricultura. «Habrá tareas que se automaticen, pero siempre bajo el criterio humano», insistió.
La estrategia catalana de IA, dotada con 1.000 millones, aspira a situar al territorio como referente europeo mediante infraestructuras, talento, preservación del catalán y «un uso transparente que respete los derechos fundamentales».
«Hay que formar en pensamiento crítico»
«Sabemos que la inteligencia artificial, los algoritmos, son tan buenos como los datos que utilizamos para entrenarlos; pero si no tenemos una formación adecuada, no nos sirve de nada contar con esos grandes algoritmos entrenados con grandes datos». Así arrancó su ponencia centrada en la formación en IA Cristian Rodríguez, ingeniero experto en inteligencia artificial, docente en el Centro Europeo de Másteres y Posgrados (CEMP) y cofundador de Make Projects Solutions.
Rodríguez defendió que la clave para acelerar la adopción de la IA en Europa no pasa solo por más inversión o más modelos, sino por «formar mejor el talento que ya tenemos». Recordó que el continente «no puede competir en volumen» con Estados Unidos o China, pero sí en otros valores si se apuesta por capacitar a profesionales y estudiantes. «Quieren usar IA, pero no saben cómo», afirmó sobre muchas empresas españolas, pese a que el país se sitúa «en la media europea» en adopción de esta tecnología.
«No podemos seguir formando a los jóvenes para tareas que una máquina hace mejor», subrayó Rodríguez, al tiempo que reivindicó un cambio hacia la promoción de la «creatividad» o «pensamiento crítico» que, junto a la tecnología, permitiría desarrollar todo el potencial de la IA.
Por su parte, Vanessa Jaklitsch, directora de Comunicación, Márketing y Relaciones Institucionales en la Escuela de Organización Industrial (EOI), situó a Europa como pionera en una «tercera vía» entre la desregulación de Silicon Valley y el control algorítmico asiático: «La clave es gestionar la confianza».
Eduard Contijoch, Senior Manager en Indra Group, admitió que en el plano empresarial estamos asistiendo a un cambio profundo en el modelo de negocio: «Ya no vendemos herramientas, vendemos resolución de casos de uso». En cuanto al impacto tecnológico, combinó prudencia y ambición: «Habrá evoluciones incrementales, pero también disrupciones cualitativas que permitirán hacer cosas que antes eran imposibles».
Los participantes coincidieron en que ese tiempo debe dedicarse a formar, regular y acompañar un cambio que, por primera vez, no es solo tecnológico, sino profundamente humano. Todos estuvieron de acuerdo en que la IA puede abrir oportunidades enormes, pero también ampliar brechas si no se usa con criterio. «No podemos comprar tiempo -asumió Jaklitsch-, pero sí decidir cómo lo invertimos».
Respecto a las barreras que encontramos a la hora de subirnos al barco de la IA, los ponentes coincidieron en dos grandes bloques: tecnología y personas. Persisten «problemas de calidad de datos», procesos de negocio poco maduros y una falta de perfiles híbridos que unan tecnología y negocio. Pero también persisten miedos: «Muchos directivos quieren IA sin saber para qué, y muchos trabajadores temen ser sustituidos», apuntó Contijoch.
El cierre llegó con ejemplos de impacto. Desde la simplificación automática del lenguaje jurídico hasta sistemas que permiten a médicos o agricultores rellenar formularios por dictado. O, como destacó Pinedo, el diagnóstico asistido por IA para dolencias raras en pediatría





