Los Dodgers, que han tenido la nómina más alta de las Grandes Ligas las últimas tres campañas y repetirán en el trono en 2017, enfilan los cañones a la etapa básica del juego para revivir sus años de gloria, conscientes de que el dinero no compra campeonatos. El club que fuera pionero en el desarrollo de jugadores en el país hace tres décadas y hasta descubriera un inmortal como Pedro Martínez ha actualizado su laboratorio.
El Campo Las Palmas, que costara US$875 mil con la compra de terreno incluido en 1987, fue sometido a un profundo remozamiento que según fuentes consultados por DL alcanzó los US$8 millones. Se han agregado tres edificios para alcanzar los 10 en un terreno de 9,290 metros cuadrados de oficinas con la mayor capacidad para alojar jugadores (96) entre las academias en el país.
“Cuando asumí en 2011 uno de los primeros viajes que hice fue venir aquí, porque sabíamos que cualquier éxito que los Dodgers tuvieran iba a comenzar aquí. En 2013 nos comprometimos en hacer a Campos Las Palmas el mejor complejo de béisbol del mundo y estamos orgullosos de decir que hicimos lo que envisionamos”, dijo Stan Kasten, presidente y co-dueño de los Dodgers.
Las nuevas facilidades cuentan con tres terrenos y medio de juego, una caja de bateo bajo techo con dimensiones necesarias para acomodar la práctica de infield, una pista de carrera de 1,6 kilómetros, gimnasio de acondicionamientos y pesas y áreas de entrenamientos dentro del clubhouse.
“Espero no siempre tener la nómina más alta, pero siempre tener el mejor equipo y para eso necesito a los mejores jugadores jóvenes que pueda encontrar. De aquí saldrán los jugadores que nos harán campeones”, dijo Kasten, quien presidiera a los Bravos (1986-2003) en su época más dorada y quien creara las bases de los hoy competitivos Nacionales (2006-2010).
El presidente Danilo Medina, el comisionado de la Major League Baseball, Rob Manfred, y el presidente de los Dodgers, Mark Walter, encabezaron el acto.
Manfred, fiel defensor de un sorteo internacional con pocos adeptos en Latinoamérica, destacó la importancia de la inversión y se mostró sorprendido por el gran componente en la educación de los jugadores e impacto en la comunidad que tiene este complejo.
Una inversión que da un espaldarazo al país como centro de desarrollo y filtro de jugadores. En esta academia entrenan prospectos de 12 naciones, que son reclutados por los Dodgers.
Para Rafael Ávila, ideólogo y quien diera forma al proyecto que permitió incubar a jugadores como Raúl Mondesí, Adrian Beltré y Ramón Martínez, la renovación es un reconocimiento a una buena iniciativa que el resto de los equipos asimiló.
“Es como ver un hijo tuyo nacer, crecer y hacerse un profesional. Esto representa para mí esto”, explicó Ávila, cuyo nombre lleva uno de los departamentos. Otras áreas y oficinas llevan los nombres de glorias del equipo como un clubhouse Jackie Robinson y otro Roy Campanella, el comedor Tom Lasorda, un salón de clases honra al narrador ecuatoriano Jaime Jarrín, una oficina a Luchy Guerra y el edificio principal a Walter O’Malley, ex dueño del club y creador de la academia.
