Con motivo de la cena de Nochebuena, el 24 de diciembre, los ciudadanos suelen trasladarse desde Santo Domingo a provincias en el interior del país.
A pesar del gran flujo de personas que reporteros de Listín Diario observaron entrando a los autobuses, los conductores aseguraron qué “está muy floja la cosa” y que la gente no se está moviendo en masas como antes solía pasar.
Por su parte Victoria, quien tiene una pequeña cafetería en uno de los puntos de salida en la terminal de autobús del Cibao, manifestó que “las ventas no están buenas. Hace 5 años atrás yo estaba guisada con los clientes”.
Pasajeros, conductores y vendedores, resaltaban un factor en común: “la poca fluidez del dinero en las calles”.
Rosa López, que iba a subirse al autobús de Nagua para ir a compartir con su madre, a la que por las fechas navideñas visita en su hogar de la infancia para cenar con ella, expresó que había tomado el dinero del viaje prestado.
“Yo busqué ese dinero prestado para bajar a Nagua, estoy sin empleo desde mediados de la pandemia”, dijo.
En el parador del sur, el ambiente era caótico.
Vendedores de origen haitiano querían a la fuerza ofrecer sus productos dentro de las guaguas, haciéndole rabietas a los encargados de seguridad que les intentaban explicar que esta acción es prohibida.
Era notable el tumulto de viajeros con sus maletas y bultos de rigor.
Entre otras cosas, con pocas medidas de seguridad y aglomeraciones, era como se movían los pasajeros entre los asientos. Se veían las mascarillas en el suelo y algunos incluso sin nada que les cubra la boca.
Intrant
Miembros del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), se encontraban certificando que los conductores salientes y sus herramientas de trabajo se encontrarán en el orden correspondiente.
Yaniris Montes de Oca, quien es parte del operativo cuenta qué, ” la prioridad es que todos salgan y vengan en perfecto estado, aquí le comprobamos desde el seguro al día hasta la matrícula y las luces del vehículo”.