SANTO DOMINGO. El secretariado arquidiocesano del Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC), externó su preocupación y consternación por los constantes casos de violencia contra la mujer, por lo que hizo un llamado a la sociedad a reflexionar y a orar.
“Debemos estar conscientes de que la erradicación de este preocupante flagelo de los feminicidios no es solo responsabilidad de los gobiernos, sino de las instituciones, de las iglesias y de cada uno de nosotros, que, por nuestra condición de hijo de Dios, tenemos la responsabilidad de ponernos al lado de los más vulnerables”, aduce un documento remitido a DL por Fernando Langa, director de MCC.
Indica que el cristiano no puede ser pasivo ante la violencia contra la mujer, pues cada maltrato físico o sicológico dispensado a una de ellas equivale a una madre, hija, hermana o amiga.
“Esa violencia se deriva de actitudes sexistas, creencias estereotipadas, relaciones de desigualdad en virtud del género y, fundamentalmente, por quitar a Dios del centro de la relación de las parejas”, precisa el texto.
El documento sostiene que cada cristiano debe permanecer vigilante y contribuir a evitar la violencia contra la mujer, fungiendo como un agente multiplicador de las normas que deben regir para su protección. “El Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Arquidiócesis de Santo Domingo invita a orar de manera permanente para que el amor y el respeto al prójimo se apoderen de nuestros corazones”, afirma.