El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez inauguró ayer el Convento Santa Catalina junto a las Hermanas Dominicas de Adrian, fundadoras del Colegio Santo Domingo, con la finalidad de establecer una casa de formación para futuras religiosas y lugar de encuentro para personas deseosas de intensificar su vida espiritual católica.
“Para mí es grato saber que las Hermanas Dominicas no cesan de hacer su labor espiritual, estoy seguro que esta casa de Dios será de mucha ayuda para quienes busquen del Dios verdadero” expresó el arzobispo de Santo Domingo en la misa inaugural que encabezó para dejar establecido el cenobio.
El Convento está ubicado en la calle César Nicolás Penson número 79, en Gazcue. Además, en el acto estuvieron presentes La Priora, la Vicaria y tres más de la directiva de la Congregación de la casa matriz en Adrian, Michigan; quienes visitan el país por primera vez para asistir a la ceremonia.
En la misa, el purpurado citó el pasaje bíblico que relata el momento en que Jesús, el Hijo de Dios, llegó al templo para predicar ante la mirada atónita de los sacerdotes que se preguntaban de manera desconcertada el origen de su sabiduría.
“Llenos de ira, envidia y odio; los sumos sacerdotes miraban a Jesús. y por tales pecados, no se dieron cuenta que él era el hijo de Dios”, expresó López Rodríguez en la misa.
Por su parte, la hermana Rosa Monique explicó el origen de las Hermanas Dominicas, que data desde la Era del dictador Rafael Trujillo.
La congregación de las Hermanas Dominicas de Adrian donó al país, a través del Arzobispado, por la suma simbólica de un peso, el Colegio Santo Domingo con todos sus terrenos y edificios. Monique había definido a las Hermanas Dominicas de Adrian como una “congregación de mujeres con votos religiosos, junto a un grupo de hombres y mujeres casados, solteros, viudos o divorciados comprometidos a compartir la misión de las Dominicas en calidad de asociados”.