La primera ministra británica Theresa May anunció el miércoles la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la suspensión de contactos bilaterales con Moscú, incluyendo una visita del canciller ruso, en respuesta al atentado en suelo inglés contra un exespía ruso.
Rusia “es culpable” del atentado con un arma química, dijo May en el Parlamento tras cumplirse el ultimátum que Londres había dado a Moscú para explicarse y antes de anunciar la expulsión de “23 diplomáticos rusos identificados como agentes de inteligencia no declarados”.