La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH) llamó al sector industrial a realizarse una profunda autocrítica, que conduzca a un cambio definitivo en el modelo productivo sin esperar que las iniciativas transformadoras surjan del Gobierno.
El presidente de la entidad, Víctor Castro, sostuvo que los pecados capitales de la industria local son haber perdido mucho tiempo con un mercado interno cautivo, apostar por una competitividad espuria en base a subsidios y facilidades “y esperar que el Estado lo resuelva todo”.
Advierte que la transformación industrial no llegará mientras persista la cultura de operar solo en los mercados interno cautivos, esperando subsidios y ayudas del Gobierno o que éste trace el camino por donde debe dirigirse el sistema productivo.
“Necesitamos escribirnos una carta a nosotros mismos en la que desnudemos y reconozcamos nuestras fallas, pues lo cierto es que la actual estructura industrial del país es insostenible y no está preparada para exportar, como tampoco lo estuvo para firmar acuerdos comerciales”, advirtió Castro.
El presidente de la AEIH reconoció que en el país existen empresas de clase mundial, con un importante potencial exportador gracias a su propio esfuerzo, pero dijo que el grueso de las industrias no tiene esas condiciones y, por el contrario, se debilita progresivamente.
La reflexión del dirigente empresarial se produjo al analizar, junto al Consejo de Pasados Presidentes de la AEIH, la pérdida de participación que ha estado sufriendo en los últimos años el sector industrial dentro del Producto Interno Bruto (PIB).
De acuerdo con el último informe de la economía del Banco Central la manufactura sufrió un crecimiento negativo de 1.2% durante el primer semestre del año.
Castro reclamó del Estado jugar un rol de facilitador, superar las debilidades institucionales que impiden tener una economía exportadora, pero invitó a los empresarios a que, por encima de todo, se hagan protagonistas de su propia historia dando pasos adelante para reconvertir sus empresas.
“Tenemos que escoger los sectores en los que podemos ser competitivos y hacer conciencia de que muchos negocios tendrán que cerrar, pues no tienen razón de ser, ya que sólo operan porque el Estado, cual Lazarillo, los lleva de la mano”, manifestó Castro.