WASHINGTON. La libertad de prensa en el mundo cayó en 2015 a su nivel más bajo en 12 años, con preocupantes retrocesos en Bangladesh, Egipto, Francia, México, Turquía, Ecuador y Nicaragua, según el informe anual publicado hoy por la organización independiente Freedom House.
Solo el 13 % de la población mundial vive en países donde hay prensa libre, mientras que el 41 % tiene acceso a prensa “parcialmente libre” y el 46 % no goza de prensa libre, concluye este estudio que se presenta hoy en el “Newseum” de Washington.
El informe evalúa el grado de libertad de prensa en 199 países y territorios, a los que otorga una puntuación entre el 0 (máxima libertad) y el 100 (mínima), lo que sirve de base para determinar si tienen prensa “libre” (62 países), “parcialmente libre” (71), o “no libre” (66).
La nota media global en libertad de prensa de 2015 fue 48,90, la más baja desde 2004, 12 años en los que la situación ha empeorado informe tras informe con un ligero repunte en 2011 y 2012.
Los diez países y territorios del mundo con menos libertad de prensa son Corea del Norte (puesto 97), Turkmenistán (96), Uzbekistán (95), Crimea (94), Eritrea (94), Cuba (91), Bielorrusia (91), Guinea Ecuatorial (91), Irán (90) y Siria (90).
Entre los países que registraron un mayor retroceso en 2015 se encuentran Bangladesh (7 puntos menos), Turquía (6), Gambia (6), Burundi (6), el Yemen (5), Francia (5), Serbia (5), Egipto (4), Túnez (4), y Hungría (3).
Declive
El informe expresa una preocupación especial por el declive de la libertad de prensa en Egipto, Ecuador, Francia, México, Nicaragua, Serbia y Turquía durante el año 2015.
Francia, el único país con “prensa libre” de esa lista, está a la cabeza de una nueva tendencia en Europa, donde los periodistas afrontan “inusuales niveles de presión por parte de terroristas y, hasta cierto punto, de sus propios Gobiernos”.
El ataque terrorista a la sede parisina del semanario satírico “Charlie Hebdo” convirtió a Francia en el segundo país con más periodistas asesinados (8) en 2015, solo por detrás de Siria (14), y dio paso a “legislación para la vigilancia masiva y la autocensura por temores por la seguridad”.
En ese apartado, el informe cita la Ley de Seguridad Ciudadana aprobada en España en 2015, que “impone duras multas financieras para cualquier individuo que, en una protesta e incluidos los periodistas, se niegue a identificarse ante las autoridades, desobedezca órdenes de dispersión o difunda imágenes no autorizadas de las fuerzas de seguridad”.
Freedom House considera que ese último punto “amenaza el trabajo de los fotoperiodistas y de otros que busquen informar al público de los abusos policiales”.