Primero aparecieron los diputados, con llegadas constantes, de cero hasta cuarenta y seis. Luego los senadores, catorce, que tendrían la primera gran prueba del proyecto reeleccionista que se gesta en el Congreso Nacional. Todos en Funglode, el lugar en coincidencia para reivindicar el discurso, y una frase particular de su líder político, Leonel Fernández: “El proyecto de reelección necesita de un referéndum aprobatorio”.
Entonces se convirtió la reunión en un espacio de felicitación por la alocución, dijeron los presentes. Donde se anunció la adhesión del diputado Elías Serulle a la causa que condiciona la modificación a una consulta ciudadana, y en el lugar para una advertencia, del senador José Rafael Vargas: “para pasar la reelección en el Senado deben comprar diez votos”.
Al segundo aclaró esperar no haya oferta en el mercado y menos gente dispuesta a hacer la compra. Así pasaron los peledeístas las primeras horas tras el discurso de su presidente, entre otros detallitos y declaraciones variopintas claro está, que iban desde petición de diálogo hasta de rechazo tajante a la reelección.
Fernández dijo en su alocución del lunes que lo ideal es que el pueblo pueda decidir en las urnas y que el representante del Ejecutivo pueda tener la oportunidad de reelegirse para un segundo período consecutivo. Calificó el proyecto de reforma como inaceptable en los términos plateados por los legisladores proponentes.
A la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (Funglode) también acudieron los miembros del Comité Político Radhamés Jiménez, Franklin Almeyda y el exvicepresidente Rafael Alburquerque.
Jiménez cree que hay tiempo de sobra para incluir la figura del referéndum aprobatorio; mientras Alburquerque aseguró “estar mudo”. Los legisladores y dirigentes permanecieron en Funglode por espacio de cuatro horas. Comenzaron a llegar a la 9:30 de la mañana y salieron pasadas la 1:30 de la tarde.