Por Ramón M. Rodríguez (Monchy)
En un conjunto de lecciones podemos sintetizar la victoria del presidente electo Danilo Medina. La primera es la capacidad de perseverancia exhibida por el candidato del PLD, durante toda la historia de su metódica, juiciosa y bien trabajada carrera política.
La perseverancia hace referencia a mantenerse constante en un proyecto ya comenzado, una actitud o una opinión, aún cuando las circunstancias son adversas o los objetivos no pueden ser cumplidos. Perseverar es también durar por largo tiempo. Es un rasgo importante de la inteligencia humana y una marca de los hombres y las mujeres que han dejado sus huellas en la historia de la humanidad. Duarte y Bolívar, Lincoln, Churchill, Dwight D. Eisenhower y Lula Da Silva, son ejemplos clásicos de perseverar en los sueños, las acciones y las metas.
Otro aspecto de la victoria del candidato del PLD, lo constituye el factor confianza, que en sociología y psicología social, es la opinión favorable en que una persona es capaz de actuar de manera adecuada en una determinada situación y pensamiento; en función de acciones como la fiabilidad, autenticidad, consideración y apertura. Así se convirtió el pasado proceso electoral, en un escenario ideal para el licenciado Danilo Medina, quien promovió un discurso caracterizado por la franqueza de sus propuestas políticas que concitó la adhesión de todos los sectores de su partido y la más alta valoración de los diferentes estratos sociales del país.
La confianza en la fuerza de sus ideas lo convierte en un fenómeno de popularidad a lo interno del partido, en las gentes sencillas del pueblo y en amplios segmentos de la juventud, la mujer y la clase media, lo que generó además un efecto multiplicador, en el optimismo de la población que ha entendido la factibilidad del nuevo modelo de desarrollo inclusivo que el Presidente electo implementará en el país.
La sabia dirección de su campaña interna, dirigida a destacar las murallas que impiden el desarrollo humano en toda Latinoamérica, y que ha dado origen a la inequidad social, la inseguridad ciudadana, la pobreza y el narcotráfico; y demostrar la incapacidad de la oposición para enfrentar con éxito la erradicación de estos lastres sociales. A esto hay que agregar la defensa valiente, sincera y responsable de la gestión de gobierno, encabezada por el presidente Leonel Fernández, quien en un contexto de crisis internacional, pudo mantener la estabilidad, el crecimiento y la entrada de nuevas inversiones a la economía.
La mente preclara del candidato del PLD, conocido entre sus compañeros como maestro de la racionalidad y la sencillez, convirtió la elección de la candidatura vicepresidencial en una gran oportunidad, para impactar con mayor contundencia sectores en los que ya se había ganado suficientes adherencias, sellando así, la unificación de la estructura partidaria.
La capacidad de comunicar de Danilo Medina fue otro de los factores que favorecieran su victoria. Con excelente acierto, se manejó con cordialidad y respeto en los medios de prensa, y dirigió con mesura sus mensajes sobre la agenda pública a todos los sectores sociales.
Medina recorrió cada palmo de la geografía nacional, participando activamente en reuniones, para consolidar personalmente sus ideas y sus mensajes, para que la gente asumiera conscientemente, como lo hizo el 20 de mayo, una propuesta política renovada, esperanzadora y confiable.
A la coherencia de sus ideas, hay que reconocer el equipo humano que lo ha acompañado en todo el trayecto de su carrera política. El presidente electo cuenta con un conjunto de hombres y mujeres capaces, que han creído en un sueño y una visión.
Un grupo de dirigentes preparados en la lucha política, gerencia pública, planeación estratégica y tecnología de la información, para trabajar en la definición del futuro de la República Dominicana.
Este proceso electoral, sin dudas, nos ha dejado un conjunto de lecciones que nos han permitido descubrir las notables cualidades del meritorio ciudadano, Danilo Medina. Por todo ello, confiamos en que las metas nacionales serán alcanzadas, y que el país y toda la población sabrán recocer el nuevo ciclo que se inicia en la historia política dominicana. El autor es dirigente político.