República Dominicana tiene la mirada puesta en su reserva de tierras raras, elementos altamente codiciados en el mundo y esenciales para la fabricación de componentes electrónicos, justo cuando EE.UU. muestra un creciente interés por estos recursos en medio de la guerra comercial desatada por Donald Trump contra otros países ricos, como China.
Esto puede suponer una gran ventaja para República Dominicana, donde la reserva ronda las 100 millones de toneladas según el presidente del país, Luis Abinader, aunque se espera tener cifras más exactas en los próximos meses.
Las tierras raras representan “una enorme esperanza” para el país caribeño, dijo en declaraciones a EFE el ingeniero químico dominicano, Ramón Alburquerque.