La principal diplomática de la Unión Europea, Federica Mogherini, dijo este jueves que el bloque continental se convirtió en el primer socio comercial del Gobierno cubano, y anunció una serie de acuerdos de cooperación con La Habana, reporta Reuters.
La vicepresidenta de la Comisión Europea señaló que el acuerdo provisional de Diálogo Político y Cooperación puesto en marcha en noviembre abre un nuevo capítulo en las relaciones y anunció la firma de programas de colaboración en energías renovable, agricultura sostenible y cultura por 49 millones de euros (unos 59,1 millones de dólares).
De acuerdo con la agencia AP, Mogherini indicó que muy pronto la UE y La Habana firmarán acuerdos específicos sobre energías renovables por valor de 18 millones de euros, 21 millones para agricultura y otros diez para intercambio cultural, al tiempo que una delegación del Banco Europeo de Inversiones visitará la Isla en este mismo mes de enero para identificar nuevas posibilidades.
“La UE ya es el primer socio comercial de Cuba. Ya es el primer inversor y el primer socio de cooperación para el desarrollo de Cuba”, sostuvo Federica Mogherini en el cierre de su viaje de dos días a la Isla.
Mogherini subrayó que la UE es el principal inversor extranjero en la Isla y es ya su primer socio comercial (tras la caída del comercio con China en el segundo semestre de 2017), con un intercambio que alcanzó los 2.450 millones de euros en 2016, además de ser el segundo emisor de turistas detrás de Canadá, señala EFE.
La funcionaria europea se reunió este jueves con el general Raúl Castro y con el canciller Bruno Rodríguez para impulsar las nuevas oportunidades de negocios “por encima de las diferencias”, y adelantó que “estamos trabajando para formalizar el diálogo sobre derechos humanos (…), donde hay diferencias en nuestras visiones respectivas”.
“No es un misterio que uno de los puntos que siempre ha sido importante para la Unión Europea (UE) es la situación de los derechos humanos”, explicó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, en su segundo y último día de visita oficial a Cuba.
“Creo que nuestro diálogo es extremadamente útil. Nuestras posiciones son aún lejanas y diferentes”, aseveró en una rueda de prensa en la capital cubana, según informa la AFP.
“Considero el tema como uno de los puntos que, para nosotros, políticamente, es el más sensible e importante (…) Será importante continuar con esta aproximación constructiva, abierta y amigable”, agregó.
El intercambio comercial entre Cuba y la UE ya superó en 2016 los 2.400 millones de dólares.
El primer Consejo Conjunto bilateral entre la UE y La Habana se reunirá en Bruselas el 28 de febrero “para avanzar (…) en acuerdos concretos” de cooperación, y a finales de este mes viajará a la Isla una delegación del Banco de Inversiones Europeo para “explorar” negocios conjuntos, aseguró.
Mogherini también aprovechó para reiterar el apoyo europeo al cambio de Gobierno que vivirá la Isla el 19 de abril, cuando Raúl Castro abandone la presidencia.
La UE acompañará “con mucho cuidado, atención y respeto (…) la transición presidencial que tendrá lugar en la Isla”, que calificó como un “paso histórico”.
La diplomática no desaprovechó su último día de trabajo para lamentar de nuevo “que la administración actual de Estados Unidos al parecer haya cambiado su política hacia Cuba” y mantenga un embargo.
El acuerdo entre la UE y La Habana firmado en marzo pasado en la capital cubana derogó la Posición Común de 1996, que exigía a La Habana respeto a los derechos humanos y transformaciones democráticas, y que el régimen consideraba una intromisión en sus asuntos internos.
Con esta rúbrica Cuba dejó de ser el único país latinoamericano que no contaba con un marco legal de este tipo para regular sus relaciones con el bloque comunitario.
“Por parte de la UE como por parte del Gobierno cubano existe un interés en la implementación del acuerdo”, que sobrepasa en cambio en la cabeza del Gobierno previsto para abril, dijo a la AFP el académico oficialista Eduardo Perera, de la Universidad de La Habana.
Para Perera, “los riesgos mayores están en que el acuerdo se vea como un fin y no como un medio” o que no evolucione a corto plazo.
El acuerdo entre la Unión Europea y La Habana ha sido duramente criticado por opositores cubanos, que lo consideran “oxígeno” para el régimen.