La Guerra Civil Dominicana, también conocida como Guerra de Abril, Revolución del 65, o simplemente Revolución de Abril, constituye uno de los hechos más relevantes en la historia reciente de la República Dominicana.
El conflicto se inicia cuando un grupo de oficiales jóvenes del ejército y la policía se propone restaurar el gobierno constitucional del presidente Juan Bosch derrocado en Septiembre de 1963, primer gobierno elegido democráticamente en las urnas tras el ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo. El derrocamiento fue ejecutado por las Fuerzas Armadas Dominicanas. El conflicto provocó la intervención de los Estados Unidos en el país con el pretexto de evitar el establecimiento de otro gobierno comunista en el hemisferio occidental.
Antecedentes.
Después del ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo, ocurrida el 30 de mayo de 1961. En la República Dominicana fueron convocadas las primeras elecciones libres en fecha 20 de diciembre de 1962. En ese certamen electoral resultó electo el profesor Juan Bosch con un 58.7% de los votos; por lo que fue el primer presidente elegido democráticamente en cuarenta años.
Bosch tomó posesión el 27 de Febrero de 1963 y, desde el primer momento quiso establecer cuatro prioridades fundamentales para su gobierno: el respeto pleno a la independencia de los tres Poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial; el respeto pleno a los derechos civiles y políticos de todos los ciudadanos; el respeto pleno a la utilización honrada y eficiente de los poderes y fondos públicos; y el respeto pleno a un régimen de igualdad de oportunidades para todos.
Ese mismo año, se redactó la Constitución del 1963, reconocida como la más liberal de la historia dominicana. Ésta establecía, entre otros derechos individuales y sociales; la libertad de expresión, la libertad política, que los trabajadores el derecho de los proletariados a recibir beneficios de parte de las empresas donde trabajaban, el derecho a una vivienda propia, igualdad para los hijos naturales y legítimos, además el retorno de los disidentes políticos y exiliados.
No obstante, porque el profesor Juan Bosch fue un presidente que creía en la dignidad y en el derecho que tenía el pueblo dominicano de vivir y
desarrollarse en una democracia con libertades humanas y de haber dado inicio a una gestión gubernativa de incuestionable honestidad, la gran mayoría de los sectores conservadores y pro-norteamericanos le acusaron de comunista. Sorpresivamente, las Fuerzas Armadas ejecutaron un Golpe de Estado en la madrugada del 25 de septiembre de 1963, estimulado y apoyado desde el exterior, y que fue encabezado por el general Elías Wessin y Wessin.
El Golpe de Estado.
El partido Unión Cívica Nacional y los demás partidos minoritarios, fuertes opositores del gobierno democrático de Bosch, no estaban de acuerdo con los principios e ideales de adecentamiento y reforma de la nación dominicana, por lo que siguieron conspirando contra del gobierno recientemente elegido.
Guido D. Alessandro, dirigente del Partido Revolucionario Social-Cristiano, denunció que la profesora Leydi Esther [cita requerida] se negó a firmar un documento elaborado por el presidente venezolano Rómulo Betancourt y otros líderes extranjeros. Dicha denuncia fue una estrategia política tomada como punto de partida por un movimiento llamado Acción Dominicana Independiente (ADI) para atacar el gobierno de Bosch. Los cívicos y la ADI presidida por el Dr. José Andrés Aybar Castellanos aprovecharon la ausencia del profesor Juan Bosch (del 14/09/1963 hasta 18/09/1963) para aumentar las actividades de sublevación contra el gobierno.
Algunos días luego de regreso del presidente, el Golpe de Estado se efectuó. El 25 de Septiembre de 1963, cuando el presidente ordenó la destitución del coronel Wessin y Wessin de la Fuerza Aérea, y la misma fue rechazada por el alto mando de militares, el profesor debió destituirlos también.
Ante tal actitud de desobediencia, el profesor Juan Bosch amenazó con renunciar ante el Congreso, pero los mandos militares se opusieron. En la madrugada asaltaron el Palacio Nacional y en horas de la mañana, difundieron la noticia del derrocamiento del profesor Bosch, y la puesta en vigencia de la Constitución del 17 de Septiembre de 1962, constituyendo un golpe a la democracia y un retroceso del derecho constitucional.
El profesor Bosch sale exiliado a la isla de Puerto Rico. Las Fuerzas Armadas juramentaron un Triunvirato civil luego de firmado un acuerdo con los partidos que resultaron perdedores de las elecciones.
Los Miembros del Triunvirato fueron:Emilio de los Santos (presidente), Ramón Tapia Espinal y Manuel Taváres Espaillat.
Sublevación del 14 de Junio. El 29 de septiembre se rebeló contra el triunvirato el grupo denominado Movimiento Revolucionario 14 de
junio los cuales declararon la guerra abierta, pero el 21 de diciembre fueron asesinados la mayoría de sus líderes y miembros entre lo que figura Manuel Aurelio Taváres Justo (Manolo, principal líder).
Este crimen consternó el pueblo tanto así que el Dr. Emilio de los Santos renunció a la presidencia del triunvirato.
Segundo Triunvirato ,Tras la renuncia del Dr. Emilio de los Santos de la presidencia del triunvirato el Dr. Donald Reid Cabral asume la presidencia.
Durante esta gestión el país entró en una crisis económica en la que tuvo que firmar con el Fondo Monetario Internacional con lo que se buscaba una solución pero se convirtió en un motivo de revueltas populares y un aumento en la corrupción de los administradores públicos.
La deuda del país era de 11 millones de dólares y al caer el triunvirato estaba en 150 millones de dólares. Este triunvirato sólo pudo mantenerse en el poder gracias al apoyo de los Estados Unidos, la iglesia católica y los generales trujillistas a los que les dio diferentes privilegios extraordinarios tales como abrir cantinas para vender productos de contrabando traídos en aviones de la fuerza aérea.
La situación que imperó tras el resurgimiento de las raíces del partido dominicano trujillista provocó que el doctor Joaquín Balaguer, quien había fundado el Partido Reformista Social Dominicano (PRSC) en nueva york y el profesor Juan Bosch se unieran en un acuerdo firmado en Río Piedras, Puerto Rico, en la que acordaban unir fuerzas para derrocar el Triunvirato.
Esta unión causó debilidad en el triunvirato a los que se les sumó diferentes situaciones en la que dicha alianza tuvo influencia, generado las constantes huelgas por parte de los trabajadores en las empresas estatales y en el paro de los chóferes del transporte público.
Esto obligó a que el Triunvirato mantuviese a la policía en la calle para aplacar los disturbios y arrestar a los dirigentes sindicales, políticos y estudiantiles.
Reid Cabral, buscando apaciguar el pueblo, abrió las elecciones para septiembre de 1965 pero sin la participación del Prof. Bosch y el Dr. Balaguer, líderes de los dos partidos mayoritarios. Reid pensaba que podría ganarle con el apoyo de una parte del PRD que creía, que la crisis se podría solucionar con las elecciones.
El Profesor Bosch siguió organizando las conspiraciones contra el triunvirato desde Puerto Rico con el apoyo de los sindicatos y grupos estudiantiles, a los que se le sumó el grupo de militares que estaban descontento por el mal trato de los superiores, que estaban beneficiados por el triunvirato.
El sábado 24 del mes de abril del 1965 se sublevaron los campamentos militares 16 de agosto y 27 de febrero dando el golpe de estado al triunvirato y al gobierno de Donald Reid Cabral a quien nadie salió a defender mas fue respaldado por el partido del PRD y el pueblo que pedía el retorno del profesor Juan Bosch y la constitución del 1963.
Los militares obligaron al presidente del triunvirato a renunciar y juramentaron al Dr. Rafael Molina Ureña como presidente provisional de la República. Inmediatamente se anunció el retorno de la constitución del 1963 y el posible retorno del profesor Juan Bosch.
La juramentación del Dr. Rafael Molina Ureña se hizo acorde con lo establecido en la constitución del 1963, que establecía que a falta del presidente, vicepresidente, presidente del senado, le correspondía al presidente de la cámara de diputados ocupar la presidencia de la República.
El teniente coronel Miguel Hernando Ramírez fue designado ministro de las Fuerzas Armadas; el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó en interior y el señor Máximo Lovatón en relaciones exteriores.
El General Elías Wessin y Wessin se opuso inmediatamente a estas medidas e instruyó a sus tropas que bombardeasen el palacio nacional y que le ametrallasen a los llamados “constitucionalistas”.
El pueblo exigió que se le diese armas. Tan pronto como se las dieron, asaltaron todos los cuarteles que estaban opuestos a la constitución del 1963, lo cual dividió a la capital dominicana en dos partes: la de los Constitucionalistas y los de la CEFA que eran los del General Elías Wesin y Wessin.
Domingo 25 de abril, en las primeras horas de la mañana los militares constitucionalistas entran a la ciudad de Santo Domingo y obligan a renunciar a Reid Cabral. El pueblo se lanza a las calles ocupando el Palacio Nacional en respaldo del contragolpe de estado. En la sede del Palacio Nacional un grupo de militares forma el “Comando Militar Revolucionario”, encabezados por los coroneles Vinicio A. Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez Ramírez, Francisco Alberto Caamaño Deñó, Eladio Ramírez Sánchez, que asume el poder a las 10:30 a.m.
Esa misma noche se traslada el poder a una autoridad civil, en la persona del Dr. Rafael Molina Ureña como presidente provisional y quien había
sido el Presidente del Senado durante el Gobierno de Bosch. Momentos después, se anuncia el restablecimiento de la constitución del 1963 y el regreso del profesor Bosch ese mismo día desde Puerto Rico.
Sin embargo, en la base aérea de San Isidro, en el llamado Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA) los generales Wessin y Wessin e Imbert Barrera se oponen al retorno de Bosch y al restablecimiento de la constitución de 1963. De inmediato, comienzan los bombardeos y los ametrallamientos aéreos al palacio presidencial y otras posiciones de los constitucionalistas.
Las organizaciones populares exigen que se le entreguen armas al pueblo, el cual ya se había volcado a celebrar el retorno de la institucionalidad al país.
Durante toda la mañana continuaron los bombardeos al Palacio Nacional y otras zonas de la ciudad. En la Base Militar de San Isidro, a 40 kilómetros de la ciudad capital, el general Elías Wessin y Wessin se mantiene firme preparando la entrada de sus tropas a Santo Domingo.
Martes 27 de Abril, la Marina de Guerra, hasta ese momento neutral en el conflicto, se une a las fuerzas de Wessin, y sus barcos bombardean al palacio presidencial donde se encontraba el Presidente Provisional, Rafael Molina Ureña. La fuerza aérea arrecia sus bombardeos contra la ciudad. Para contrarrestar los bombardeos, los constitucionalistas instruyen al pueblo a que ponga espejos encima de las casas para que los reflejos molesten a los aviones.
La presidencia provisional, emite un comunicado: “El Poder Ejecutivo hace de conocimiento público, que en virtud de haberse establecido la vigencia de la constitución del 63, que consagra en su artículo 66 la imposibilidad de expulsar del país a ningún dominicano, todos los nacionales que fueron arbitrariamente desterrados de la República, pueden regresar libremente al suelo patrio; se hace observar al ex presidente Joaquín Balaguer, que en esos momentos estaba exiliado, la posibilidad de retornar a la brevedad posible al país para hacerle compañía a su madre que ya estaba en su lecho de muerte”
Ante la gravedad de la situación, el presidente provisional Rafael Molina Ureña y miembros del alto mando constitucionalista, entre los que se encontraban los coroneles Vinicio Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez, entre otros, y varios dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano, se dirigen a la Embajada estadounidense para tratar de conseguir su mediación, para lograr un acuerdo con los militares de San Isidro. Luego de una acalorada discusión, el embajador estadounidense William Tapley Bennett[4] llama por teléfono a Caamaño, diciéndole que sólo falta él en la reunión; Caamaño respondió “Dígale a Wessin que detenga los bombardeos” pero él (Bennett), les dice a los constitucionalistas “Éste no es el momento de negociar, sino de rendirse de inmediato”. El presidente interino Rafael Molina Ureña, renunció y procedió a asilarse en la embajada de Colombia. Igual camino siguieron otros dirigentes constitucionalistas. Cuando todos los oficiales militares salían del despacho del embajador estadounidense, el coronel Caamaño llegó y se detuvo en la puerta y le dijo: “Permítame decirle que seguiremos la lucha suceda lo que suceda”.
Al salir de la embajada ya las unidades del coronel Wessin, apostadas en la Base Aérea de San Isidro, avanzaban hacia el centro de la ciudad, por lo que intentaron usar el puente Juan Pablo Duarte, el único paso disponible en aquella época para cruzar el río Ozama que divide la capital dominicana. Caamaño, junto a otros colaboradores cercanos, se dirigió al puente.