SANTIAGO.-Dejada atrás la producción azucarera, con la eliminación de los ingenios estatales, reducción del café, que eran renglones importantes de la economía dominicana, cuando el 70% de la población vivía en la zona rural, el país ha dado un giro hacia nuevos medios de producción, los cuales con los avances tecnológicos, cada día se simplifican más.
Con la transformación de la mayoría de población rural, en urbana, se han creado nuevas formas de empleos, dentro de los cuales se destaca la legalización de la lotería, lo cual ha llevado a una diseminación de las bancas de loterías, negocios que se han convertido en un nicho de empleos, sobre todo para jóvenes, que son quienes comercializan los números.
Este negocio ha alcanzado mayor dimensión dada la creación de varias loterías, que se realizan dos veces al día, lo que crea una dinámica de uso de persona, en los que se involucran jóvenes que hacen la recogida del dinero que este negocio genera cada día.
En materia agrícola otro renglón que ha sufrido cambios importantes, lo constituye la siembra y manipulación del tabaco, que en el campo constituía un medio de vida, pero que con la caída de éste, se ha reducido la producción y se han registrado cambios importantes en la elaboración de los derivados de la aromática hoja.
Muchos municipios de la región del Cibao, entre los que se destacan, Villa González, Navarrete, Tamboril, La Isabela, Licey al Medio Villa Vázquez, Guayubín y localidades como La Canela, Caimito, Baitoa, entre otras localidades, sus habitantes dependían de la siembra de este producto, dejando con su merma, secuela de desempleo en ese renglón.
En el área urbana, uno de los negocios que colapsó con los avances tecnológicos fue el de librerías, debido a que los estudiantes de todos los niveles prefieran hacer sus investigaciones y consulta a través de la web y no sacan tiempo para leer.
Ese cambio ha extinguido numerosas librerías, que operaban en las principales ciudades del país, quedando solo algunas, que han tenido que diversificar sus ofertas, para sobrevivir, porque ahora con los dispositivos móviles (teléfonos inteligentes), cualquier datos didácticos se consulta utilizando estos medios y asistido por la Internet.
En el caso particular de Santiago, esta ciudad, debido a la modernidad ha perdido las marchantas un personaje que se había convertido en un icono, dado el gran número de éstas que por décadas cada día, desde las primeras horas de la mañana, se desplazaban por sus calles vociferando productos y rubros, que producían en las parte sub-urbana de la provincia.
Estas fueron desplazadas por los supermercados, mini-market, que a través del sistema de delíveri, llevan hasta los hogares, los pedidos de todo tipo de artículos que puedan necesitar en su hogar las amas de casa, haciendo sólo una llamada telefónica.