Santiago. A 16 años del inicio del proceso de privatización y la contratación privada para la recogida de la basura en el municipio de Santiago, las cinco empresas que han sido contratadas no han resuelto este problema.Durante ese largo período, el desembolso a dichas empresas, algunas fusionadas o ya cancelados sus contratos, supera los dos mil millones de pesos.
La Empresa de Servicios Municipales, S.A. (Esemsa), fue la primera compañía privada contratada en 1999 para la recogida de basura en Santiago, bajo la firma de Héctor Grullón Moronta (1998-2002). En enero del 2000, en la misma gestión del alcalde perredeísta Grullón Moronta, comenzó su operación Urbaser Dominicana. En tanto que en el segundo período de gestión de José Enrique Sued, en el periodo 2002-2008, fue contratada la empresa Servicio Urbano Interurbanos, S. A., (Suiza). En medio de denuncias, durante la actual gestión del alcalde Gilberto Serulle, en junio del 2011, el Concejo Edilicio aprobó la incursión de Urbaluz, propiedad de Juan Pérez.
Pagos millonarios
Urbaluz cobraba mensualmente la suma de seis millones de pesos y hasta el momento se han embolsado 288 millones. Según el contrato, por cada tonelada de basura, el Ayuntamiento paga a dicha empresa US$24.85, lo que representa un monto o deuda global de US $36,156.75. El entonces director del Eco parque y actual encargado de limpieza, Nelson Carela, informó en abril del pasado año, un mes antes de comenzar a operar Con Waste, que en el contrato la empresa debía recoger por encima de las 300 toneladas de basura por día, pero solo retiraba un promedio de 250.
Hasta el 2014, tras pasar por manos españolas y luego inversionistas santiaguenses ligados a medios de comunicación, ambas entraron en crisis por falta de pago a los 130 empleados y carencia de equipos para la recogida de desperdicios. A pesar de que eran las que menos recogían basura, cada una cobraba ocho millones de pesos al mes.
Con la salida de Esensa y Urbaser, esto obligó a un acuerdo para que la empresa puertoriqueña Con Waste Dominicana, asumiera la recolección de los desperdicios. Aunque en sus primeros días logró mejorar el servicio, tras una crisis que dejó la ciudad llena de basura, nuevamente se comienza a experimentar deficiencia.
El regidor Domingo Ureña, asegura que las dos empresas recolectora de basuras contratadas actualmente recogen unas 500 toneladas diarias de residuos en las demarcaciones previstas. Mientras los camiones del ayuntamiento y los de los distritos municipales recogen entre 200 y 300 toneladas por día.
A pesar de inversión siguen cuestionamientos
Aunque solo se encarga de administrar el ecoparque Rafey, la empresa Lavos es cuestionada por la baja inversión para mejorar el basurero. Como parte de un acuerdo con Green Wheels, que trabajaría en una planta de producción de energía, Lavos se encargaría del manejo de los desechos, pero desde que asumió el control, la situación ha empeorado, según denunció el regidor del PAL, Domingo Ureña. Por la recolección de la basura, el ayuntamiento paga $14.3 millones de pesos al mes, mientras recibe de Coraasan, empresa a través de la cual los usuarios pagan la factura de basura, unos 16.0 millones de pesos.