El volumen de generación de la presa de Sabana Yegua estaba en el día de hoy en su nivel más bajo, situación que revela la agonía de los productores de la región de los valles de Azua y Enriquillo.
En un recorrido coordinado por el Consorcio Azucarero Central (CAC) a la presa de Sabana Yegua, pudo comprobarse que apenas se vertían cuatro metros cúbicos por segundos y no los 24 que corresponde, por lo que la generación de electricidad está detenida hasta nuevo aviso.
Un ingeniero que trabaja en la hidroeléctrica Sabana Yegua dijo a Listín Diario que se enviaba ese “poquito” de agua para que no acabe de morirse lo poco que queda de la agricultura y la ganadería en Azua y Barahona.
Los ingenieros Gilberto Díaz y Alcides Ruiz, representante del CAC ante la Juntas de Regantes y Subgerente Agrícola, respectivamente, describieron la situación por las que atraviesan los arrendatarios del ingenio Barahona por culpa de la sequía.
Cuentas en rojo
Marcos Cadet Pimentel, gerente de comunicaciones del central local, dijo que las cuentas del Consorcio Azucarero Central (CAC) están en números rojos, ya que la sequía genera unas pérdidas cuantiosas que hasta el momento no han sido cuantificadas.
“Para la presente zafra tendremos unas 10 mil toneladas de azúcar menos, es decir, estamos dejando de moler 100 mil toneladas de caña, ya que las cañas están estresadas, tienen menos crecimiento y, por supuesto, menos rendimiento”, observó.
Se prevé que la situación de crisis para la próxima zafra sería mucho más agravada, debido a que entre mil 500 y 2000 mil hectáreas que deberían estar preparándose e irrigándose para la próxima cosecha no se está haciendo por la falta de agua para el regadío desde hace un mes.
El gerente agrícola Alcides Ruiz dijo que como consecuencia de la sequía decenas de obreros no están trabajando, ya que laboran irrigando y cobran por esa actividad, “aunque están en la planilla y no han sido cesanteados, no ejercen ninguna actividad”.
Se trata de una situación extrema, ya que en una zona en donde hay limitaciones económicas muy acentuadas, se esté disminuyendo la poca mano de obra existente a causa de la sequía y que afecta los programas sociales del CAC como parte de su responsabilidad social empresarial.
El problema
Gilberto Díaz, quien acompañó a los periodistas en el recorrido, afirmó que la sequía es una realidad, pero hay un problema mayor, ya que a pesar del tandeo, agricultores próximos a la presa de Sabana Yegua tienen tomas para desviar el agua hacía sus predios irrespetando la alternación de una semana para cada uno.
Se queja que esa situación esté ocurriendo sin la intervención del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), ya que pudieron observarse siembra de arroz que requiere mucha agua a lo largo del río Ysura.
Aunque la sequía afecta Azua y Barahona, la primera sufre menos la consecuencias, debido a que el canal esta cementado, mientras que el que viene a la Región Enriquillo no lo está, perdiéndose cerca del 50% del agua que debe ser aprovechada.
Recordó que por interés del gobierno el Consorcio Azucarero Central elaboró un proyecto para cementar cerca de 80 kilómetros que tiene desde la desembocadura hasta el dique Santa en el municipio de Tamayo por unos 12 millones de dólares, pero a pesar de que se entregó hace un tiempo no se le ha dado la importancia.
Afirman que deben existir unos niveles de coordinación entre el INDRHI, Agricultura, IAD, las Juntas de Regantes y los productores de ambas zonas, así como respetar los acuerdos a los que han arribado para el razonamiento del agua, ya que los de Azua no acatan los pactos en ese sentido al poner tomas ilegales para desviar el agua.